Un montón de profecías de regalo

Cuando Estados Unidos era un país acreedor, provocó una corriente de inversiones extranjeras a su favor para aumentar el nivel de vida de Estados Unidos. Ahora que es deudor, la corriente va en sentido contrario y por primera vez desde 1914 el caudal inversor se dirige hacia el extranjero. Este es otro signo de la crisis que se aproxima. Mientras tanto, el déficit comercial y de servicios de Estados Unidos alcanzó en verano la cantidad de 173.000 millones. Esta es la cantidad que el resto de los países tienen que aportar para mantener equilibrada la economía de Estados Unidos. Pero el resto del mundo se está cansando de esto. No sólo Estados Unidos sino todas las naciones industrializadas juntas se dirigen hacia el desastre, a menos que puedan cambiar el curso de las cosas rápidamente. Los movimientos que hay que hacer están bastante claros. El mes pasado, en Washington, el Instituto de Economía Internacional reunió a 33 economistas de los países industrializados.Rápidamente esbozaron una estrategia que no pertenece ni a una ideología de izquierdas ni de derechas, pero representa un amplio consenso internacional entre especialistas que no están en los Gobiernos y, pueden hablar libremente.

La devaluación del dólar ya ha ido suficientemente lejos, han advertido los expertos. El continuar la caída del comercio externo no equilibrará la economía de Estados Unidos.

23 de diciembre