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Gelli, condenado en Suiza por soborno a 16 meses de cárcel con suspensión de pena

Licio Gelli fue condenado ayer por el tribunal correccional de Ginebra que le juzgaba a 16 meses de cárcel con suspensión de condena y a la prohibición de pisar suelo suizo durante 10 años. El jefe de la logia masónica P-2 asistió al juicio con un aire cansado. "Soy un perseguido político. Se me acusa de todos los males de Italia, incluso del terremoto de Mesina", declaró.

El gran maestre era por haber sobornado a uno de los funcionarios de la prisión de Champ Dollon, quien le ayudó evadirse en agosto de 1983. Ahora, el Tribunal ha revocado la suspensión de la condena de dos meses por entrar en Suiza con documentación falsa que sobre Gelli pesaba. Supuestamente, una vez cumplidos esos dos meses de prisión es Suiza será entregado a Italia."Estafa, abuso de confianza y bancarrota fraudulenta", en relación con el crack del Banco Ambrosiano, son los delitos por los que la justicia helvética otorga la extradición, mientras la revoca por las acusaciones de carácter político -como el atentado de la estación de Boloña- y fiscal.

Gelli, de 68 años, admitió "completamente" todos los hechos que le imputaba la justicia suiza. Pero cuando el presidente del tribunal, compuesto por tres jueces, Jean Maye, le preguntó que había hecho desde que se fugó de la cárcel hasta que se entregó voluntariamente en Ginebra el pasado septiembre, el venerable se limitó a contestar: "Daba una vuelta alrededor del planeta".

Sin embargo, negó todas las acusaciones de la justicia italiana. "Es más fácil saber de que no se me acusa en Italia que de lo que se me acusa. Se me acusa de todo y de lo contrario", afirmó Gelli con un aire cansado y pasándose frecuentemente un pañuelo por la frente. El reo, que sufrió un infarto de miocardio hace tres años, estuvo acompañado a lo largo de todo el juicio por un enfermero. Según los certificados médicos leídos en la audiencia, sufre una "cardiopatía coronaria seria".

El fiscal general, Bernard Corboz, había solicitado 20 meses de cárcel para Gelli. El abogado defensor, Marc Bonnant, durante su intervención de una hora, pidió indulgencia para su defendido que se evadió de la prisión una semana después de que un tribunal suizo otorgara su extradición, "ante la duda de un proceso justo en Italia".

Bonnat afirmó que el venerable dio muestras de valor y dignidad entregándose a la justicia helvética ya que, a pesar de su delicado estado de salud, quiso lavar su nombre de acusaciones injustas.

El presidente del tribunal preguntó a Licio Gelli por qué se entregó a las autoridades suizas, a lo que el venerable respondió: "Porque en las cárceles italianas los presos son asesinados". Todas sus declaraciones fueron en italiano. Una abogada las traducías posteriormente al francés.

El testimonio de Gelli duró aproximadamente 15 minutos en una corte abarrotada de periodistas y público, entre los que se encontraba su hijo Maurizio Gelli. Numerosos policías con metralletas patrullaban el edificio, tanto dentro como los alrededores, y se practicaba un minucioso chequeo de las personas antes de permitírseles el acceso a la corte.

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