Numerosos habitantes de Belén piden la suspensión de los actos de Navidad en señal de duelo
Elías Freij, alcalde palestino de Belén, de religión cristiana, confirmó ayer que una gran parte de los habitantes de la localidad donde nació Jesucristo le ha solicitado la suspensión de los actos públicos tradicionales de Navidad como protesta y duelo por la represión israelí contra los habitantes de los territorios árabes ocupados por Israel en 1967. Por decimosegundo día consecutivo, las huelgas y manifestaciones palestinas continuaron ayer en Jerusalén Este, Cisjordania y Gaza. Un mínimo de media docena de manifestantes resultaron heridos por disparos de las tropas israelíes.
.,La basílica de la Natividad de Belén está erigida sobre la gruta donde una viejísima tradición sitúa el nacimiento de Jesucristo. El próximo día 24, como todas las Nochebuenas, la cristiandad centrará sus pensamientos en ese lugar. En las vísperas del acontecimiento, como es habitual, una intensa movilización de influencias se desencadena en Tierra Santa para conseguir alguna de las escasas plazas que permiten participar en la misa del gallo en la basílica de la Natividad.Las autoridades israelíes, las locales de Belén, las embajadas extranjeras y los representantes de las múltiples confesiones cristianas -católicos, greco-ortodoxos, armenios, protestantes, maronitas, sirios, coptos, abisinios, ruso-ortodoxos y otros- participan en la disputada lotería por un asiento en el lugar donde nació Jesucristo.
Este año la prolongada revuelta de los palestinos bajo control militar israelí ha añadido un elemento nuevo a las angustias previas a la misa del gallo de Belén. Esa localidad, a pocos kilómetros de Jerusalén, está habitada por palestinos, muchos de los cuales han solicitado a su alcalde la anulación de todos los festejos.
Elías Freij adelantó ayer que su Ayuntamiento continuará con el programa habitual, "porque nunca mezclaré religión y política". Freij hizo al mismo tiempo un llamamiento al Gobierno israelí para que adopte "acciones positivas" que terminen con la ,,actual carnicería". La situación de los 1.300.000 palestinos bajo control militar israelí desde 1967, dijo Freij, "es un círculo vicioso para el que no veo fin".
Belén estaba paralizada ayer por una huelga general. Los boinas verdes de la guardia de fronteras israelí custodiaban al milímetro la ciudad natal de Jesús. La huelga de comercios y centros de enseñanza era también total en la parte árabe de Jerusalén. El presidente italiano, Francesco Cossiga, en visita privada, acudió al Santo Sepulcro, donde, según la emisora oficial israelí, "los cantos religiosos no apagaban los gritos de los que se manifestaban a cientos de metros y el olor a incienso no disminuía el de los neumáticos quemados y los gases lacrimógenos".
Las autoridades israelíes sometieron al toque de queda a dos nuevos campos de refugiados de Cisjordania y cerraron el Colegio Islámico de Hebrón. Barricadas y enfrentamientos entre jóvenes manifestantes palestinos, armados con piedras y algunos cócteles molotov, y soldados israelíes, con palos y metralletas, fueron la norma en Cisjordania y Gaza Seis manifestantes resultaron he ridos de bala, según los portavoces de Tsahal, el Ejército israelí.
Juan Pablo II y el primer mi nistro iraní, Mir Hussein Musavi se añadieron ayer a la larga lista de dignatarios del mundo, inclui do el presidente norteamericano, Ronald Reagan, que han manifestado su angustia por los actuales sucesos en los territorios ocupados por Israel. Desde el balcón del Vaticano, Juan Pablo II dijo: "La tierra donde nació Jesús no puede seguir siendo teatro de violencias, conflictos e injusticias, de sufrirniento para una población con la que me siento particularmente próximo".
El primer ministro iraní, citado por Radio Teherán, reiteró el apoyo de su país al movimiento palestino. "Sólo la presión internacional ante Israel", dijo, "puede impedir la matanza de los palestinos". El dirigente iraní invitó a "romper ese tumor canceroso que es el Estado de Israel y liberar Al Quds (Jerusalén)".
El principal dirigente laborista y ministro de Exteriores israelí, Simón Peres, regresó anoche, tras una prolongada gira por América Latina. La inhibición de Peres ante los actuales sucesos es severamente criticada por la Prensa israelí.
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