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REBELIÓN EN LOS TERRITORIOS OCUPADOS

El islam renace en Palestina

Integristas musulmanes y partidarios de la OLP combaten codo con codo contra Israel

Nuestro objetivo es que Palestina sea un país con un Gobierno islámico", anuncia Ahmed Yasin, uno de los principales dirigentes religiosos musulmanes de la franja de Gaza. "Alá akbar" ("Dios es grande"), gritan los jóvenes de la zona que, desde hace 12 días, se enfrentan a pedrada limpia al Ejército israelí. Las mezquitas son sus centros de información y concentración. Al lado de las banderas de la OLP y los retratos de Yasir Arafat, y por el momento en buena armonía, el islam, un islam rejuvenecido y radical, imprime su huella a la actual revuelta de los habitantes de los territorios ocupados.El fenómeno del renacimiento islámico es particularmente intenso en Gaza, pero también alcanza a Jerusalén y Cisjordania, e incluso a los habitantes árabes del Israel anterior a 1967."Los caminos de Alá son misteriosos", dice el jeque Sitadedin Alami, muftí de Jerusalén, la más alta autoridad religiosa musulmana en lo que un día fue Palestina. El muftí se refiere al hecho de que, 20 años después de la Guerra de los Seis Días, los palestinos, el pueblo árabe más secularizado, recobran la fe en el Islam. Una veintena de nuevas mezquitas se construyen actualmente en Israel y los territorios ocupados. En las dos últimas décadas, las de Gaza, vanguardia del renacer islámico palestino, se han casi triplicado.

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El viernes se ha convertido en el día más temido para las autoridades militares israelíes. La salida de las oraciones del mediodía se transforma sistemáticamente en manifestación contra la ocupación. El pasado viernes, cuatro palestinos murieron por disparos de bala cuando terminaban de realizar sus plegarias.

Unos 600.000 árabes viven en el interior de las fronteras israelíes previas a la Guerra de los Seis Días, y 1.300.000 en los territorios conquistados en aquel conflicto. El 92% son musulmanes suníes y el 8%, cristianos. Hasta ahora, los palestinos no sólo eran el pueblo árabe de mayor nivel cultural y científico, sino también el más tibio en materia religiosa.

Ibrahim Sous, representante de la OLP en Francia, afirmó el pasado miércoles que la sociedad palestina sigue siendo fundamentalmente laica. "La presente revuelta se explica por un rechazo a la ocupación extranjera; es todo". Pese a la negativa de 'Sous a ver en la protesta actual en los territorios ocupados una influencia integrista, el fenómeno salta a la vista; el muftí de Jerusalén s un anciano elegante de 76 años que lleva 36 en el cargo. Habla despacio y con voz débil, y su ceño está fruncido por los muchos años de estudios y agobios.Salvo los viernes, cualquier persona no musalmana, israelí o turista extranjero, puede visitar las dos grandes mezquitas de Jerusalén: la de la Roca y Al Aqsa, levantadas en la antigua explanada del templo de Salomón y consideradas como el tercer lugar santo del Islám. Los boinas verdes israelíes controlan ostentosamente todas las entradas y salidas de esas mezquitas, tanto para remarcar el dominio de su Estado sobre tales lugares santos, como para impedir que judíos enardecidos las ataquen, como ha ocurrido en más de una ocasión.

Financiación Jordana

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El muftí informa, que están casi finalizados los trabajos de reconstrucción de la mezquita Al Aqsa, 18 años después del incendio criminal que casi la destruyó. Sólo quedan por restaurar la cúpula y el púlpito de madera de Saladino, el héroe musulmán que arrebató Jerusalén a los cruzados en 1187. "Jordania financia por entero estas obras", dice el jeque Saadedin Alarni.

Lo casi increíble ocurrió el pasado martes. El muftí, un hombre muy moderado, nada amigo de actitudes ostentosas, encabezó una manifestación de varios cientos de fieles por las callejuelas empedradas de la vieja Jerusalén. Protestaban por el hecho de que el halcón israelí Ariel Sharon haya inaugurado una lujosa casa en el corazón de la ciudad árabe. "Es un gesto vergonzoso y provocador", dice el muftí de la mudanza de Sharon, y luego denuncia las "prácticas bárbaras" de los soldados israelíes que reprimen la insurrección popular en los territorios ocupados.

El principal síntoma del renacer islámico en Tierra Santa es el fervor constructor. En la aldea árabe de Um al Fahim, al norte de Tel Aviv, en el Israel de antes del 67, 5.000 vecinos han levantado siete nuevas mezquitas en los últimos diez años. En Cisjordania destacan poderosamente los nuevos edificios religiosos de piedra natural. Se les ve en Nablus y, sobre todo, en Hebrón. En esta última localidad, de 400.000 habitantes, dice la tradición que está enterrado Abraham, padre de los judíos a través de su hijo legítimo Isaac, y de los árabes, a través de Ismael, el que tuvo con la esclava Agar.

A finales del pasado año, una candidatura integrista derrotó a la de la OLP en las elecciones para el Consejo Estudiantil de la universidad de Hebrón. Los islámicos obtuvieron ocho puestos, por uno la OLP. En los consejos estudiantiles de las otras tres universidades cisjordanas, Nablus, Bir Zeit y Belén, la OLP mantuvo, sin embargo, su hegemonía.

Pero es en Gaza donde el renacimiento islámico es más espectacular. Los israelíes, afirma el periodista francés Jean-Luc Porte, destinado en Jerusalén, "han jugado allí a aprendices de brujo. Al principio alentaron el Islam, porque creían que sería un freno frente a la OLP. Salieron de su ensueño el pasado octubre, cuando los soldados israelíes mataron en Gaza a siete guerrilleros de Yihad Islámica".

"Los israelíes van a conocer días aún más sombríos que los presentes con los integristas islámicos de Gaza", prevé Fayez abu Rahme, presidente de la Asociación de Abogados de Gaza, próxima a la OLP. "Se han equivocado de cabo a rabo", prosigue, "y ahora aplican penas de tres años de prisión para los militantes de Yihad, por un año y medio tan solo para los de la OLP".

Contra el alcohol

La primera aparición espectacular de los integristas en Gaza ocurrió en 1980, cuando iniciaron una camparía de quema de los establecimientos que expedían bebidas alcohólicas. Pero en lugar de enfrentarse con la OLP, como esperaban los israelíes, que les alentaron al principio, los islámicos han dado nuevos cuadros a los partidarios de la lucha violenta contra la ocupación. La pobreza y la decepción por las querellas internas de la OLP, han sido causas importantes de la reislamización de Gaza.

Hay divergencias cotidianas en esa estrecha franja costera mediterránea entre los partidarios de la central palestina dirigida por Arafat y los integristas, y se centran sobre todo en problemas morales o vestimentarios. Pero a tenor de los presentes sucesos, la solidaridad entre ambos frente a las tropas ocupantes israelíes es total.

El jeque Ahmed Yasin, paralítico, barbudo, vestido a la manera tradicional, fue condenado a 13 afflos de prisión por los israelíes y liberado en 1985, tras un acuerdo con guerrilleros palestinos basados en Líbano. Este hombre influyente en la juventud de Gaza está considerado un simpatizante de la Cofradía de los Hermanos Musulmanes, la más vieja organización integrista del moderno mundo árabe. También Mohamed Siam, presidente del Colegio Islámico de Gaza, la única universidad de esa región de 650.000 personas, donde el 60% de los estudiantes, según estirnaciones israelíes, ven con buenos ojos a los Hermanos Musulmanes.

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