Bettino Craxi quiere imponer nuevas reglas de juego en la política italiana
Bettino Craxi, secretario general del Partido Socialista Italiano (PSI), ha confesado al director del diario de Roma La Repubblica, Eugenio Scalfari, en una larga entrevista publicada ayer, que quiere dar "nuevas reglas de juego a esta Italia de ritos bizantinos".
El director de La Repubblica no había entrado en la sede del partido socialista desde 1972, según revela él mismo, y el gesto que acaba de llevar a cabo revela que Craxi empieza a ser considerado como el árbitro de la actual situación política del país a pesar de contar por el momento con sólo el 2% de los votos.Craxi afirma que considera a la sociedad italiana como "una de las más libres que existen en el mundo". Pero añade en seguida que dicha libertad o se "reorganiza o acabará en la anarquía". "Ha llegado", dice Craxi, "el momento de dotarse de nuevas reglas o se acabará en el caos". Y propone un cambio a fondo de las instituciones democráticas. La planteó ya hace ocho años.
Hoy ya todos consideran urgente tal renovación. Y ha sido Craxi quien ha tomado la iniciativa convocando, personalmente, encuentros bilaterales con todos los partidos del Gobierno y de la oposición. Sus propuestas concretas son: elección por sufragio urilversal del presidente de la República, reforma del Parlamento y de la ley electoral, y dar un mayor poder al Ejecutivo.
Craxí piensa que en el Parlamrnto es excesivo el número de partidos. Sueña con llegar a una fusión, por ejemplo, con el Partido Socialdemócrata. Y llega a decir que el mismo partido republicano había nacido con los mismos objetivos que el PSI.
Por lo que se refiere a los comunístas, segunda fuerza política de Italia tras la Democracia Cristiana, Craxi alberga la esperanza de que cambien tanto que pueda encontrárselos "en el mismo carnino".
Con respecto al Gobierno que preside Giovanni Goria, el líder socialista expone tres posibilidades si la cuestión económica se agrava tendrá que caer; si en priniavera la Democracia Cristiana, tras su congireso, quiere hacer cambios, se estudiará, y si todo quedase iguaÍ no se llevasen a cabo "en seguida" las reformas, los socialistas asumirán, dice Craxi amenazador, sus propias responsabilidades.
[Por otra parte, el Gobierno pidió ayer un voto de confianza en el Parlamento para evitar el riesgo de una derrota sobre la cuestión de la energía nuclear. El voto gira sobre una resolución que marcaría el primer paso de una revisión forzada por el resultado del referéndum del pasado noviembre, informa Reuter.]
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