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El guardia civil detenido en Barajas, presunto 'peón' de una red de traficantes de cocaína

La Brigada Central de Estupefacientes sospecha que el guardia civil Ignacio Sánchez Valverde, de 39 años, detenido el pasado martes en el aeropuerto de Madrid-Barajas, es "un simple peón" de una importante organización de traficantes de droga, según fuentes policiales. Estaba previsto que dicho agente, que en el momento de su arresto portaba un paquete con 3.500 gramos de cocaína, fuera puesto ayer a disposición de la autoridad judicial.

Ignacio Sánchez Valverde, de 39 años de edad, natural de la localidad salmantina de Malpartida de Peñaranda, seguía ayer en las dependencias policiales de la Puerta del Sol, tras haber sido detenido el pasado martes cuando portaba un alijo de 3.500 gramos de cocaína.El agente fue aprehendido en uno de los pasillos del aeropuerto madrileño tras recibir de manos de la colombiana Rosa Cecilia Ruiz de Santana una caja que contenía varias botellas de whisky y el citado alijo de droga. En principio negó su implicación en el delito, aunque después parece que acabó reconociéndolo, según fuentes de la Guardia Civil.

Todos los datos que se conocen hasta el momento permiten suponer que Sánchez Valverde era utilizado por una organización de traficantes de droga. Su presunta misión consistiría en ser "un simple peón", que debería esperar la llegada de la droga y a continuación sacarla fuera del aeropuerto sin pasar los consiguientes controles aduaneros. La red de delincuentes parece que captó al guardia civil por considerar que éste, debido a su empleo, podía sacar la mercancía sin dificultades y porque conocía perfectamente las instalaciones del aeropuerto. Sánchez Valverde llevaba nueve años y medio en el servicio de seguridad de Barajas "sin que jamás hubiera dado motivos para sospechar de su honradez", según fuentes policiales.

Promesas

Medios de la Seguridad del Estado han informado a EL PAÍS que algunos de los jefes de la organización de traficantes habían prometido al guardia civil pagarle 100.000 pesetas por cada kilo de droga que lograra sacar de Barajas sin el menor contratiempo. Todavía resulta inexplicable saber por qué Sánchez Valverde se prestó a este juego, puesto que no se sabe que tuviera deudas o problemas económicos."Ignacio Sánchez era un buen guardia, con una buena hoja de servicios. No había destacado por nada especial, tanto en sentido positivo como negativo. Es inexplicable lo que ha sucedido... No sabemos qué es lo que ha podido inducirle a una cosa como ésta", manifestó. un compañero del agente.

La Brigada Central de Estupefacientes se encuentra tras la pista de un hombre conocido como Fito, cuñado del guardia civil, al que se le supone presuntamente implicado en la organización. Dicha red delictiva parece estar integrada por algunos españoles y bastantes suramericanos.

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La policía llevaba varios meses realizando gestiones para desarticular la organización de traficantes. Hasta ahora no había realizado ninguna intervención, en espera de poder reunir suficiente información y llegar a descubrir a los cerebros de la misma.

Según fuentes de la Seguridad del Estado, algunos de los miembros de la red delictiva se han dado a la fuga al conocer la detención del miembro de la Benemérita. No obstante, parece que los investigadores disponen de numerosas pistas que pueden conducir en breve plazo a la captura de los buscados.

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