Santiago Calatrava

El talento formal y la intención estética son dos de las características más sobresalientes en la obra de Santiago Calatrava, escultor-arquitecto-ingeniero valenciano afincado en Suiza, que a sus 36 años y sólo seis de actividad profesional ha suscitado un inmediato interés en todo el mundo. Sus dos primeros encargos en España han sido puentes, uno en Barcelona y dos gemelos en Valencia, aunque también ha hecho balcones, elementos de señalización, mobiliario urbano, fábricas y salas de concierto.

Santiago Calatrava se siente especialmente satisfecho de¡ puente que ha realizado en Barcelona, su primer encargo importante: en España, que es un buen exponente de su habilidad para abordar los problemas más complicados con una intención estética bien determinada. "Lo más importante de mi trabajo", corrobora, "es la preocupación por el aspecto formal de las obras. En mis proyectos no sólo intento satisfacer y resolver los problemas de ingeniería o de construcción, sino también ofrecer una obra adecuada desde el punto de, vista formal".Cuando sólo tenía ocho o nueve años, Santiago Calatrava acudía a clases de dibujo. Luego, el bachillerato lo alejó temporalmente de esta actividad artística, que retomó en 1968, cuando se marchó a París y se matriculó en la Escuela de Bellas Artes. "La explosión del mayo de1 68", explica, "acabó con esa escuela, y regresé a Valencia, donde seguí estudiando en Artes y Oficios". Más tarde se licenciaría en Arquitectura, y a los 22 años se marcharía definitivamente del país. En Zúrich, donde reside habitualmente, encontró la tranquilidad necesaria para desarrollar su trabajo y el estímulo suficiente para completar su formación estudiando ingeniería. "Lo que me impulsó a ello fue la admiración por las grandes obras de ingeniería, como la de Eiffel, más que la intención de llegar a ser un ingeniero en sentido estricto".

Para este polifacético profesional, es la escultura la actividad más importante y la que más le preocupa de cuantas desarrolla, y en este campo puramente artístico se permite experimentar libremente, ya que no constituye una fuente de ingresos. "Soy muy prudente en el tema de la escultura", asegura, .porque creo que es dificil aportar algo nuevo a la escena de la escultura abstracta". Hace dos años expuso parte de su escasa obra escultórica en la Fundación Miró, en Barcelona, y prepara otras dos muestras en Madrid y Nueva York.

Calatrava, que admite que aplica el mismo método de trabajo ya actúe como escultor, ingeniero o arquitecto, ha realizado en poco más de seis años una serie de proyectos destacados en diferentes países europeos, sobre todo en Suiza y la República Federal de Alemania (RFA), que le ha valido un reconocimiento mundial, avalado por la reciente concesión del Premio Auguste Perret, de la Unión Internacional de Arquitectos (UIA). Sobre su obra se ha dicho que "aporta un nuevo vigor al confuso y desorientado panorama de la arquitectura actual". Como él reconoce, su trabajo es difícil de ubicar dentro de una tendencia, "dado que se sitúa entre dos ámbitos, la ingeniería y la arquitectura, y también porque es una obra heterogénea que abarca desde grandes proyectos, como puentes o estaciones ferroviarias, a pequeños detalles, como muebles y cubiertos.