Llueven las acusaciones de fraude

Los partidos de la oposición y organizaciones disidentes denunciaban ayer, cuando aún no se habían cerrado los colegios electorales, la proliferación de serias irregularidades en la operación de voto por parte del partido gubernamental, una acusación que puede precipitar graves desórdenes públicos en la República de Corea, donde por primera vez en 16 años se celebraron elecciones a la presidencia de la nación mediante sufragio universal.

Las dos primeras ediciones del jueves de los diarios en lengua inglesa The Korea Times y The Korea Herald recogían algunos incidentes denunciados por las fuerzas opositoras, pero aseguraban que el pueblo surcoreano votó de manera ordenada y que apenas se registraron incidentes.No era ésa la opinión de representantes de la Coalición Nacional para la Democracia (CND), una organización que agrupa a los tres principales partidos de la oposición, universitarios y movimientos de la disidencia. Ni tampoco la de algunos portavoces de la Iglesia católica. "Hemos descubierto gran cantidad de violaciones en un grado mucho mayor de lo que inicialmente pensábamos", afirmaba una hora después de cerrarse las urnas el reverendo In Myung Jin, portavoz de la CND. "Incluso aunque gane la oposición, no se puede negar en estos momentos que de los casos de violaciones recibidas por nosotros esta elección no se ha desarrollado de una forma justa. Si Kim Dae Jung o Kim Young Sam ganan, su triunfo habrá sido en realidad mucho mayor de lo que reflejen al final los resultados", dijo el portavoz.

"Esas acusaciones no tienen ningún sentido; como siempre, acusan sin pruebas", contestó Ku Chang Kim, director de relaciones internacionales del Partido para la Justicia Democrática (PJD), que lidera Roh Tae Woo.

El representante del PJD denunció, por su parte, al Partido Popular para la Democracia (PPD) de intentar crear un clima de levantamiento popular y le acusó de haber cometido actos de intimidación contra varios seguidores de Roh Tae Woo para forzarles a confesar que el PJD estaría cometiendo fraude en estos comicios.

El caso más grave de violación, según indicó el portavoz de la CND, sucedió ayer junto a una oficina de distrito del barrio obrero de Kuro, en el sur de Seúl, donde una anciana descubrió tres camiones cargados con cajas de pan y pastas que escondían debajo de ellas varias urnas con papeletas marcadas, al parecer, con el nombre de Roh Tae Woo. Dos de los vehículos no pudieron ser retenidos por un grupo de gente que se concentró en el lugar al conocer el hecho.

Las irregularidades mayores se produjeron en operaciones de recambio de papeletas. Personas apostadas en lugares próximos a los colegios entregaron a otras papeletas marcadas ya con el nombre del candidato gubernamental y el elector recibía una cantidad de dinero a la salida después de garantizarle al intermediario que le había obedecido.

La existencia de tales irregularidades fue conocida parcialmente por la población. Las dos cadenas de televisión no dieron, sin embargo, cuenta de ellas.

Conforme transcurría la jornada, las verjas laterales de la catedral de Myongdong se iban llenando de largos carteles en los que se enumeraban casos denunciados de intimidación y fraude.