Meses de fuego y llamas

A lo largo del presente año se han producido en Madrid al menos ocho incendios importantes que han arrojado un saldo total de 18 muertos entre los que se incluyen 3 niños y los 10 bomberos que perecieron en los Almacenes Arias.Un incendio destruyó el 28 de enero de este año la central de repuestos y reparaciones de la empresa Philips en la calle de Albasanz, en el distrito de San Blas.

El fuego produjo unas pérdidas superiores a los 1.000 millones de pesetas. Fue causado por un cortocircuito y no hubo que lamentar heridos. El 3 de febrero fueron desalojadas quince familias a causa de un incendio en un local industrial abandonado en la calle de José Celestino Mutis, en la colonia de Fuente del Berro. Aquella fue la novena vez que los vecinos de la zona se vieron obligados a desalojar sus casas por causa de incendios en un edificio abandonado.

El 25 de febrero, dos niños de diez y ocho años, fallecieron a causa de las quemaduras sufridas al incendiarse una de las chabolas del Rancho del Cordobés, en el distrito de Villaverde. También sufrieron quemaduras dos hermanos, la madre y un primo de los niños.

Cuatro niños de edades comprendidas entre 18 meses y 12 años fueron rescatados ilesos el 9 de abril último, tras declararse un incendio en su vivienda, en la calle Marqués de Santana, 43. Una joven de 18 años que auxilió a los pequeños hubo de ser atendida.

El 5 de mayo una niña de tres meses murió al incendiarse la chabola en la que vivía, en un descampado del barrio Cruz del Cura, en el distrito de Fuencarral. El 9 de junio un incendio fortuito en un transformador de la central de la CTNE, en la calle Don Ramón de la Cruz, mantuvo a Madrid tres horas incomunicado con la red internacional.

El 4 de septiembre, un espectacular incencio destruyó varias plantas de Almacenes Arias en la calle de la Montera. Diez bomberos que trabajaban en su extinción, fallecieron al día siguiente al derrumbarse seis de las ocho plantas del edificio.

Un joven murió el 21 de noviembre al arder la habitación que ocupaba en el hotel Rex, en la Gran Vía. El fuego se debió a un cigarrillo que el joven dejó encendido al dormirse.