El Ministerio de Industria propiciará la concentración empesarial para aumentar la competitividad

El Ministerio de Industria propiciará los procesos de concentración empresarial que se planteen en distintos sectores, como uno de los elementos horizontales que permitan el incremento de la conpetitividad de los fabricantes españoles hasta su plena integración en la Comunidad Europea (CE) y la puesta en marcha del mercado único, en 1992.La aparición de unidades industriales de mayor volumen, en línea con la estructura actualmente existente en otros países comunitarios, es una de las condiciones ineludibles, de acuerdo con lo señalado por Luis Carlos Croissier, para hacer frente a la competencia una vez desaparecidos la protección del mercado y las ventajas comparativas, fundamentalmente en cuanto a coste laboral, con las que cuenta hoy por hoy la industria española.

Esta operación, "necesaria en la práctica totalidad de los sectores productivos, ha de ser producto de la estrategia fijada por las propias empresas, si bien contará con el apoyo de la Administración", según Croissier.

La empresa pública

Dentro de este proceso, la industria pública, estructurada fundamentalmente en tomo al INI, podría constituirse en uno de los focos de actuación, a medida en que se avance en el proceso de sanean-úento en el que se encuentra en la actualidad. "La empresa pública", según el ministro, "debe garantizar que España tenga grupos empresariales con una estructura competitiva en el conjunto del mercado europeo". En este sentido, Croissier señaló que el INI es favorable a cualquier proceso de integración real con otras empresas, siempre que esta operación no suponga la nacionalización de pérdidas. El ministro anunció la continuidad de la entrada de capital privado en las empresas públicas.Otro de los puntos sobre los que girará la política industrial en el futuro es el apoyo a la diversificación del tejido industrial, que ha de adaptarse a la demanda nacional, con la aparición de nuevas unidades productivas en un momento en el que hay un ritmo inversor optimista. El ministro señaló igualmente como uno de los puntos clave en la mejora de la competitividad la disposición de unos costes energéticos "que no supongan una rémora para el tejido industrial". De acuerdo con lo señalado por Luis Carlos Croissier en la presentación del documento denominado La política industrial en el horizonte 1992, las actuaciones del Ministerio de Industria pasan por la fijación de unos objetivos a medio y largo plazo por parte de la Administración, las empresas, las instituciones financieras y los sindicatos, que han de coordinar esfuerzos conjuntamente.

Los rasgos principales de la política industrial anunciada por el ministro pasan por la continuidad en el proceso de ajuste en los sectores denominados de demanda débil, ya que su desequilibrio "no es coyuntural sino estructural". Sin embargo, el ministro señaló como indispensable la aparición de la iniciativa empresarial.