Silencio administrativo
Tengo 25 años, y mi ocupación desde hace ya dos es la de opositora intermitente al Cuerpo de Auxiliares de Correos y Telégrafos.La pesadilla comenzó en octubre de 1985, un mes después de que tuvieran lugar los exámenes correspondientes a la última convocatoria con éxito conocida hasta el momento. En el siguiente año 1986 no hubo oferta de plazas para este sector público, con la consabida decepción de muchos de nosotros, que dejamos de estudiar. Por fin el 26 de marzo de 1987, por resolución de la Secretaría General de Comunicaciones, se hace pública la convocatoria para ingresar en el susodicho cuerpo, con un total de plazas a cubrir de 1.388. Ante esto se retoman los olvidados apuntes con nuevas fuerzas, valorando tu tiempo y tus posibilidades y con la esperanza puiesta en el 6 dé septiembre, fecha del primer examen.
Pero no, tampoco acabaron aquí nuestras tribulaciones, ya que un buen día, con exactitud el 10 de agosto de 1987, una nueva resolución del mismo órgano vino a suspender lo convocado, dando como única explicación la de que se había interpuesto recurso contra determinadas bases de la convocatoria.
Desde este escrito sólo quiero hacer ver el injusto comportamiento de la Administración, al no dar más explicaciones y dejarnos de nuevo colgados de un hilo, dudando de nuestra valía como personas e inmersos en una depresión de la que sólo se puede salir si alguien te ayuda a retomar la fe en ti mismo. Sí, ya sé, con el tiempo esto sólo será historia, la historia de un siglo XX ya demasiado viejo- Rosana Cólera Barberá.
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