_
_
_
_

Albert V. Báez

Padre de Joan Báez, un físico que se ha hecho ecologista a los 60 años

Si no fuera porque es, junto con Paul Kirkpatrick, padre del microscopio de rayos X, principal investigador de la óptica de estos rayos y pionero en los años cincuenta de la holografía, todos pensarían al oírle hablar, sin ningún tipo de vericuetos del amor a la naturaleza y del peligro de las armas nucleares, que Albert V. Báez ha ejercido siempre como ecologista. Si no fuera porque su hija es la famosa cantante Joan Báez, quizá no dijera en su conversación que a él también le gusta tocar el piano y componer.

"Nací Alberto en México". Pero cuando tenía dos años su familia se trasladó a Estados Unidos. "Y he vivido siempre como Albert". Su casa queda en Greenbrae, en California. Y tiene todo el buen color de piel de vivir cerca de San Francisco. Esta semana ha viajado a Madrid para intervenir en la segunda semana monográfica organizada por la Fundación Santillana sobre la educación frente a las innovaciones científicas y tecnológicas, donde ha aportado como clave de la enseñanza la ecología, el respeto al ser vivo.Albert V. Báez propone, y lo ha practicado, la curiosidad y la creatividad como bases para incentivar a los alumnos, el entusíasmo como acicate para el aprendizaje. Y si no fuera por sus instantes de profunda reflexión, se diría que el entusiasmo es el norte de su vida. Entusiasmo por ir a Galicia hoy a dar una con ferencia en La Coruña. Entusiasmo a más largo plazo por investigar sobre el cultivo de hongos comestibles sobre la pulpa de café. "Con lo que evitaríamos el vertido de este desecho agrícola a los ríos".

Le llega un momento de reflexión cuando habla de su esposa: "Tras 10 años de vivir separados empiezo a comprender el punto de vista de ella... Pienso que es bueno sufrir si de ello aprendes". Pero se le vuelve a hacer amplia la sonrisa cuando habla de sus tres hijas. "¿Sabe que Joan acaba de editar un nuevo disco, Recently? ¿Sabe que acaba de escribir un libro autobiográfico llamado ... Y una voz para cantar?".

Albert Báez trabajó seis años en la Unesco en París, entre 1961 y 1967, como director de la división de enseñanza de las ciencias. "Hasta entonces había sido fisico, ínvestigador de laboratorio. Entonces me convertí en educador". Ha trabajado otros seis en la Unión Internacional para la Conservacíón de la Naturaleza y los Recursos Naturales, de cuyo comité de educación es presidente honorario. Y allí se convirtió en ecologista que critica la extravagancia consumista norteamericana. Como educador y ecologista acaba de publicar El medio ambiente en la educación científica y tecnológica.

Artífice él mismo del desarrollo de la tecnología, su crítica es frontal: "Si no causante directa, la tecnología sí está muy relacionada con los cuatro grandes problemas de la humanidad: pobreza, polución, población y proliferación de las armas nucleares".

¿El siguiente paso? "¡Hay tanto por aprender! Me gusta la música, tocar el piano. Compongo piezas para divertimiento personal". Hace conscientemente vaga la respuesta. "Vivo en una casa que yo diseñé, junto al mar. Con una reserva natural llena de pájaros al otro lado".

Si no fuera porque lo dice, sus 75 años pasarían inadvertidos. Aunque si no fuera porque el calendario se lo marca, Albert V. Báez no tendría esa edad.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_