El obispo Fernando Sebastián critica la "gran voracidad fiscal" del Estado

El obispo secretario de la Conferencia Episcopal, Fernando Sebastián, criticó lo que denominó "gran voracidad fiscal del Estado moderno" durante un coloquio mantenido ayer en el Club Siglo XXI en el que abordó el futuro de la asignación tributaria conocida con el nombre de impuesto religioso. Según Sebastián, esta voracidad no deja a los ciudadanos capacidad de cumplir "con muchas de sus obligaciones y devociones social".

El tono de la intervención de Fernando Sebastián fue de dureza hacia algunas instancias del Estado. Salvó a las esferas gubernamentales, pero consideró que se discrimina a la Iglesia en instancias más bajas, como ejecutivos autónomos, diputaciones o ayuntamientos, que prefieren subvencionar a instituciones laicas -en igualdad con otras católicas- que impulsan los mismos servicios o prestaciones.Del presente volvió al pasado. Sobre la sala planearon los fantasmas de las desamortizacion es de Mendizábal y Madoz, en el siglo pasado. Incluso fue el propio obispo secretario quien recordó sistemas de financiación como los diezmos y la ofrenda de primicias, lo que supondría mayores ingresos para la confesión católica. Luego aseguró que "hace muchos años que ha dejado de ser cierto que el Estado sostenga a la Iglesia", ya que esos ingresos -13.000 millones de pesetas anuales- suponen entre el 15% y el 20% de los gastos reales.La autofinanciación -sin recurrir ni siquiera al llamado impuesto- se perfila como solución ideal. Sin embargo, Fernando Sebastián esbozó pocos trazos de ese horizonte ideal y se refirió más bien a problemas de primer plano, como que la asignación tributaria no es aplicable a todos los ciudadanos, pues "no todos son contribuyentes positivos".Este tema es uno de los que más preocupan a la Conferencia Episcopal Española, ya que, además de ser un conflicto económico potencial, "algún señor pícaro o con ganas de incordiar" puede utilizar estos datos para hablar de la implantación social del catolicismo en España, según Sebastián.

La jerarquía no ha puesto ningún impedimento para la entrada en vigor del llamado impuesto, aseguró. Algún diario "con ganas de divertir a sus lectores por unas horas" habló de que el nuncio, Mario Tagliaferri, había presionado para la no aplicación de la asignación tributaria. Eso, según Sebastián, forma parte de los "ataques injustos" que alguna prensa ha desarrollado contra el embajador. El periodista Emilio Romero, que moderó el debate, corroboró las palabras del obispo, puesto que él estuvo en un almuerzo y es testigo de esta campaña.