Una alegría amarga
Aparentemente ha sido un cambio táctico el que ha permitido la liberación de los rehenes. El Gobierno no se ha limitado a una negociación entre Estados, como había declarado inicialmente. También ha actuado sobre el terreno en contacto con los grupos terroristas.Para llegar al final feliz ha hecho falta mucha determinación y paciencia por parte del Gobierno francés. Pero es muy triste que el realismo condene a las democracias a transigir con los principios del derecho internacional.
30 de noviembre
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