Cossiga pide más participación de los italianos en la gestión del poder

En la gran sala de León X, en el Palazzo Vecchio de Florencia, el jefe del Estado italiano, Francesco Cossiga, un hombre reservado y más bien parco de palabras, ha levantado esta vez su dedo acusador para pedir "mayor participación de los ciudadanos en la gestión del poder", es decir, mayor democracia directa.Cossiga ha querido poner en guardia a la clase política sobre el peligro de que los ciudadanos italianos -últimamente muy desencantados de una cierta clase política-, "al acercarse a las instituciones, puedan advertir como una sensación de distanciamiento y lleguen a reconocerlas no corno instrumentos de libertad sino, al contrario, como instrumentos de opresión". El jefe del Estado ha pedido una mayor "educación a la democracia" y ha auspiciado la posibilidad de "ensanchar los espacios de decisión reservados a la colectividad".

Alguien ha querido interpretar el discurso del presidente de la República como un apoyo al instrumento del referéndum popular, muy contestado las semanas pasadas por algunas fuerzas políticas. Pero quizá Cossiga apuntaba más arriba. Es general el malestar de la gente con los partidos. La última crisis de Gobierno no la ha entendido nadie. Las fuerzas políticas son acusadas de haberse adueñado de las instituciones de poder.