Asesinados a machetazos 16 blancos en Zimbabue
Dieciséis blancos -entre ellos un niño y un bebé de seis semanas-, miembros de dos misiones cristianas pentecostalistas, fueron asesinados el jueves a golpes de machete en sus granjas del sur de Zimbabue, por un grupo de bandidos que podría estar vinculado a la Unión de Pueblos Africanos de Zimbabue (ZAPU), principal partido opositor, según informó ayer el ministro del Interior de este país, Enos N kala. Según estas fuentes, los guerrilleros actuaron por encargo de campesinos negros que habían ocupado ilegalmente los campos de la misión y que habían sido expulsados recientemente.
Joshua Nkomo, líder del ZAPU, negó formalmente el Londres toda participación de su partido en los hechos y calificó como un "insulto" las acusaciones del Gobierno.La matanza se llevó a cabo en dos granjas situadas a 30 kilómetros al sur de Bulawayo, la capital de la provincia sureña de Matabeleland. Según el relato de Laura Russel, una niña de 13 años, superviviente junto a otro niño de seis años, las víctimas tenían las manos atadas detrás de la espalda cuando fueron asesinadas a golpes de machete por un grupo de 20 hombres. El grupo era capitaneado por Gayigusu, el hombre más buscado por la policía de Zimbabue desde la inuerte de Robert Dgwesela en un reciente enfrentamiento entre insurgentes y tropas regulares, al que ha reemplazado al mando de la insurgencia.
Los asaltantes entregaron una carta a Laura Russel -cuya madre figura entre las víctimas de la matanza-, firmada por Gayigusu, en la que dirigen severas críticas contra el Gobierno zimbabuo de Robert Mugabe y a los "capitalistas y occidentales". En la carta se afirma que todas las personas "orientadas hacia el Occidente y el capitalismo" deberían salir de Zimbabue.
Según el relato de la niña, tras la matanza, los bandidos prendieron fuego a las residencias y quemaron ocho de los cadáveres. El ministro del Interior zimibabuo afirmó ayer que los asaltantes lograron huir, pero aseguró que Charles Masuku, el jefe de los ocupantes ilegales, al que responsabiliza de haber recurrido a los bandidos para resolver un contencioso que mantenían con los colonos de las misiones, será detenido. Al parecer, la pasada semana, cuando se advirtió a los campesinos que iban a ser reasentados en otra zona, Masuku declaró, refiriéndose a los misioneros, que no "tomarán su próxima comida". Según el ministro del Interior, Enos Nkala, los fallecidos eran "gente inocente que hablaba de paz".
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