Crisis en el PSC a causa de un escándalo fiscal en el Ayuntamiento de l'Hospitalet

El descubrimiento de irregularidades en las oficinas de recaudación de impuestos en el Ayuntamiento de l'Hospitalet (Barcelona) ha abierto una importante crisis en el gobierno municipal y en el Partit deis Socialistes de Catalunya (PSC) debido al enfrentamiento entre dos corrientes de la organización.

La dirección central del PSC ha rechazado las ofertas de dimisión del alcalde, Juan Ignacio Pujana, y del primer teniente de alcalde y secretario local del PSC, Celestino Corbacho, líderes de las corrientes enfrentadas, y ha nombrado a una comisión de notables integrada por el delegado del Gobierno, Francesc Martí Jusmet; el presidente de la Diputación, Manuel Royes, y el secretario de Organización, Josep Maria Sala, para reconstruir el precario equilibrio. L'Hospitalet, con 280.000 habitantes, es la segunda ciudad de Cataluña y la décima de España.El escándalo comenzó a finales de octubre al descubrirse que las oficinas de recaudación ejecutiva estaban cobrando cantidades ¡legales en los embargos al permitir que los dos testigos que deben presenciar estas actuaciones percibieran cantidades superiores a las que les correspondían. La ley prevé que los testigos que acompañan al recaudador perciban por toda la jornada 1.405 pesetas que deberán prorratearse entre todas las acciones de embargo que se realicen. Sin embargo, los recaudadores permitían que los testigos cobraran a los contribuyentes esta cantidad en cada embargo.Posteriormente se conoció que dirigentes locales del PSC ofrecían trabajo de testigo a diversas personas, a cambio de que se afiliaran al partido en determinadas agrupaciones para conseguir su control en detrimento de la familia contraria.

Las dos corrientes enfrentadas estan encabezadas por el alcalde Juan Ignacio Pujana y por el secretario local, Celestino Corbacho. Pujana, que ejerce el cargo desde 1979, fue colocado como cabeza de lista para contentar a la entonces Federación Catalana del PSOE.El descubrimiento del escándalo financiero, que amenazaba con poner a Pujana contra las cuerdas, ha acabado estallando en las manos de Corbacho al conocerse que la investigación del Ayuntamiento señala a uno de sus fieles, el teniente de alcalde de Hacienda Fernando Parrilla, como instigador de las irregularidades. En una reunión del grupo municipal socialista, Corbacho, seguido de nueve concejales, abandonó la sala en la que Pujana estaba presentado el resultado de la investigación. El PSC, que ha mediado en el tema, ha impuesto un cambio en el cartapacio municipal reforzando la figura de Corbacho con el nombramiento de nuevos cargos próximos a él y ha mantenido a Pujana en la alcaldía.

A esta crisis se suman las acusaciones del director de la revista El Llóbregat, que ha presentado la dimisión, junto a todo su equipo, tras denunciar que el alcalde y un grupo de concejales realizarón presiones sobre su empresa para impedir que se publicara una información relativa a la compra a mitad de precio, por parte del PSC local, de un edificio de la antigua empresa Vanguard cuyo gerente es el concejal socialista Esteban Casado.