Impulsar la presencia española en Asia, principal móvil de la visita de los Reyes a Tailandia
La obsesión por ímpulsar la presencia española en Asia, "una presencia dormida durante tantos años", constituye el principal móvil de la visita oficial que los reyes Juan Carlos y Sofía iniciaron ayer a Tailandia, de acuerdo con la valoración del propio ministro de Asuntos Exteriores, Francisco Fernández Ordóñez. Carteles en castellano dando una calurosa bienvenida a los Reyes españoles coincidían con el sofocante calor ambiental cuando, a las dos de la tarde, hora local (ocho de la mañana, hora española), aterrizaba en el aeropuerto de Bangkok el DC-10 de Iberia que transportaba a los Soberanos
.Comenzaba así la más larga visita que los jefes del Estado español hayan realizado jamás a Asia, una zona donde nuestro país ejerce escasa influencia, por más que, a partir de ahora, trate de potenciarse la actividad española en el área.
El rey Bhumibol, acompañado de su hija mayor, que hacía así los honores a la infanta Cristina, quien por primera vez acompaña a sus padres en una visita oficial al extranjero, acudió al aeropuerto a recibir a don Juan Carlos y doña Sofía, protegiéndose del calor con dos grandes sombrillas verdes, incluidas en el ceremonial de gala tailandés. Curiosamente, el hijo de Bhumíbol, cuya sucesión al trono no parece estar por completo asegurada -se habla de que sería la hija mayor del monarca tailandés quien podría ocupar la jefatura del Estado-, no estuvo presente en el, aeropuerto ni tampoco en la breve ceremonia en la que el gobernador de Bangkok entregó las llaves de la ciudad al Rey de España . En este acto, don Juan Carlos pronunció su primer discurso público en este país, ante algunos centenares de personas congregadas para escucharle en el puente de Pan-Fah. "Hemos podido constatar con satisfacción el considerable progreso alcanzado por esta ciudad, siempre fascinante, que atrae cada día un mayor número de visitantes", dijo el Rey, refiriéndose así tácitamente a la campaña turística mundial emprendida por Tailandia para convertir 1987 en el año del vísitante.
Una hilera de colegiales, con banderitas españolas, cubría prácticamente la totalidad del recorrido desde el aeropuerto hasta el puente de Pan-Fah, primero, y hasta el palacio de Boromabiman, residencia de los Reyes de España durante su visita de cinco días a Tailandia, después. Tras la entrega de llaves, los Soberanos españoles se retiraron a descansar de un viaje agotador de 18 horas, que incluyó una escala técnica en El Cairo, donde don Juan Carlos y Fernández
Ordóñez conversaron durante casi una hora con el viceprimer ministro y ministro de Exteriores egipcio, Abdel Meguid, a quien invitaron a visitar Madrid el próximo día 21 de diciembre.
Inestabilidad política
Los Reyes de España llegan a Tailandia en momentos de cierta inestabilidad política para el Gobierno de este país, derivada de las dificultades que encuentran en el Parlamento dos proyectos de ley sobre libertad de Prensa y control de patentes (este último, destinado a poner coto a la ola de falsificaciones de productos occidentales, que ha costado ya la amenaza norteamericana de retirar a Tailandia el sistema de preferencias generalizadas).Se considera muy probable que, merced a estos escollos parlamentarios, varios ministros del gabinete del general Prem Tinsulanonda deban dejar sus puestos la semana próxima, casi coincidiendo con la partida de los Reyes de España hacia Nepal.
