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LLEGA EL 'JAZZ' LIBRE

Ornette Coleman, maestro de la rebeldía

Ha cumplido 57 años, y en una edad que va más allá de la madurez sigue componiendo la figura del rebelde, el maestro de la rebeldía absoluta. A finales de los cincuenta demostró que, al fin y al cabo, todo estaba por hacer y hoy sigue lanzando interrogantes. Es el público, son sus músicos quienes dan respuesta. En la jornada de hoy pisará por primera vez un escenario madrileño. Viene con Cherry, Haden y Higgins, su cuarteto original. No hicieron la revolución, pero siguen inspirando la revuelta.Fue en 1959 cuando Omette Coleman apareció en el Five Spot Cafe de Nueva York, con los mismos hombres con los que hoy visita Madrid. Nacido en Te xas, Ornette forma parte de la conciencia expatriada de nuestro siglo. Tal vez porque trabajaba como ascensorista y fuera en la planta diez donde se detenía a estudiar libros de armonía, Ornette se encontró con la única opción de ser él mismo. La clave de piano de los tratados de armonía no es la misma que la del saxo alto -ni siquiera la de su primer instrumento, de plástico de color blanco- y desde su principio todo tuvo que sonar de otra manera. Era Omette.

Estuvo en la orquesta de Pee Wee Crawton y con él llegó a cobrar por hacer el favor de no empuñar su instrumento. Pero cuando llegó a Nueva York hubo oídos que supieron escuchar. Es particularmente significativo que fuera el muy atildado y compuesto John Lewis, pianista del Modern Jazz Quartet, uno de los primeros en llamar la atención sobre su música. Aquel tipo que llegaba de Texas había cogido los trastos precisamente allí donde los había dejado Charlie Parker. Era la libertad lo que había que ampliar. Omette lo hizo, produciendo una de las músicas más bellas de nuestro siglo.

Casi 30 años después, Omette Coleman sigue siendo hereje de sí mismo. En los últimos años ha grabado, con éxito, en coliderato con Pat Metheny, el joven prodigioso, y ha formulado, al fin, su concepción: la harmolodía. Otros han escrito tratados sobre ella y se puede decir que básicamente se trata de que la armonía se limita a seguir la línea melódica. Él mismo lo ha explicado: "Según la harmolodía, todas las melodías, todas las armonías, todos los ritmos y todos los tiempos son iguales. En la práctica, se trata de permitir a cada uno tocar independientemente de los demás". Lo que sucede es que se siguen, que dicen cosas y suelen ser tremendamente bellas.

Lleva 30 años en la descodificación y ha dado nombre a lo que estaba sucediendo: de la new thing al free jazz, pero hasta el momento no se le ha encontrado una etiqueta que no fuera su propio nombre. No le gusta hablar de jazz porque ello supone "eliminar la raza que toca esta música vendiendo una imagen preestablecida". Es un compositor más que notable y entre sus afirmaciones está haber grabado Skies of America con la Sinfónica de Londres. Siempre fue líder de sus formaciones y jamás hizo otra cosa que abrir campo para sus compañeros.

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