Sáenz Cosculluela afirma que la autopista A-7 "se pinchará donde haga falta" en La Ribera

El Gobierno acometerá en los próximos meses obras para aumentar el drenaje actual de la autopista del Mediterráneo (A-7) a su paso por la comarca valenciana de La Ribera. Los vecinos de Alzira y localidades circundantes consideran que ésta es la culpable del fuerte nivel que alcanzan, en cada riada, las aguas desbordadas del río Júcar, como sucedió en 1982 y la semana pasada. Javier Sáenz Cosculluela, ministro de Obras Públicas y Urbanismo, afirmó que "se va a pinchar la autopista donde haga falta", tras reconocer que ésta constituye "una fuente de zozobra" para la población y que el Gobierno "respeta esos temores de los ciudadanos".

Según Sáenz Cosculluela, a raíz de la riada de 1982, conocida como la pantanà por las graves consecuencias derivadas del desmoronamiento de la presa de Tous, fue encargado un estudio técnico a dos empresas consultoras y un organismo oficial, cuyas conclusiones se conocieron quince días antes de la nueva catástrofe. Estos informes aseguran, según el ministro, que "no hay relación directa entre la autopista y las inundaciones de los núcleos urbanos de La Ribera". No obstante, los técnicos reconocen que sí provoca embalses de agua de entre 20 y 40 centímetros de altura en zonas agrícolas anejas al trazado de la autopista.El ministro anunció que ya están redactados y supervisados técnicamente los proyectos de la nueva presa de Tous y la de BeIlús, con inversiones superiores a los 18.000 millones de pesetas y aprovechó para resaltar que en ocasiones los ciudadanos "a veces no comprenden bien la necesidad de las obras hidráulicas". Sáenz de Cosculluela puso como ejemplo el papel del embalse de Riaño, que laminó un caudal de 3.200 metros cúbicos por segundo días atrás, cantidad tres veces superior a las avenidas registradas en las zonas afectadas del País Valenciano. Respecto de la nueva presa de Tous recordó que "ha existido temor" entre la población por ese proyecto, pero ahora "creo que todo el mundo se ha dado cuenta de que es necesaria".

El ministro sobrevoló la comarca de la Vega Baja, y a mediodía se reunió en Orihuela con los alcaldes afectados, con quienes acordó la creación de una comisión de seguimiento de los acuerdos adoptados por el Consejo de Ministros del viernes. La comisión, en la que se integrarán a nivel de comunidad representantes de todos los municipios afectados, estará coordinada por el presidente de la Federación Valenciana de Municipios y Provincias (FVMP), José Sanus Tormo, que ayer acompañó al ministro junto con el delegado del Gobierno, Eugenio Burriel.

Retraso en los planes

El plan para la regulación del río Segura en las provincias de Murcia y Alicante contempla 17 obras, por un montante superior a los 18.800 millones de pesetas. El ministro reconoció que desde 1973 existen planes de la Administración para actuar en esta cuenta, pero ni tenían consignación presupuestaria ni se han llevado a efecto. El MOPU acometerá también obras de encauzamiento en los Barrancos de Carraixet, en Valencia, y de las Ovejas, en Alicante, que quedan al margen de la financiación extraordinaria aprobada el viernes, y se nutrirán de los presupuestos ordinarios del Estado.Asimismo, clarificó que no habrá by pass para el río Segura y, que las obras se acometerán sin cambiar el actual cauce, a fin de evitar el costoso proceso de expropiaciones de gran parte de la huerta que supondría construir un nuevo cauce en determinados puntos de la comarca. Sáenz Cosculluela calificó como "oportunidad histórica" la que ahora se presenta para resolver definitivamente el problema de las riadas en la cuenca mediterránea".