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Querella de un preso que durmió esposado a una cama dos meses y medio

Un preso valenciano ha presentado una querella contra varios policías, a quienes acusa de haberle esposado a la cama por la noche durante dos meses y medio. Una comisión judicial acudió en la madrugada de ayer al pabellón de judiciales del Hospital General de Valencia, donde se produce esta práctica, para efectuar una inspección ocular, y halló a otro preso esposado también a su cama.Según el texto de la querella, los hechos pueden constituir un delito de detención ilegal, otro contra el ejercicio de los derechos de la persona y un tercero de lesiones. El citado preso considera que esta práctica es un "trato inhumano y degradante que conculca la prohibición constitucional de la tortura".

El querellante, cuyas iniciales son P.S.S., padece una "depresión ansiosa" a consecuencia de haber dormido durante tanto tiempo "con una mano esposada al travesaño lateral de la cama mediante unos grilletes, una argolla de los cuales se fijaba a la muñeca y la otra a la cama".

Múltiples fugas

Fuentes policiales aseguraron ayer a este periódico que el motivo de esta práctica son "las lamentables condiciones de seguridad que ofrece el pabellón de judiciales del Hospital General, donde en múltiples ocasiones se han producido fugas e incluso tiroteos". La Diputación de Valencia, de quien depende el hospital, ha solicitado en múltiples ocasiones que el pabellón sea trasladado a otro centro.El juez que se encontraba de guardia en la madrugada de ayer, viernes, José María Tomás, podría abrir diligencias sobre estos hechos o, por el contrario, acumular sus actuaciones a la querella ya presentada. En la querella se afirma que otros compañeros del preso que han denunciado esta situación han sido también esposados. Según la policía, el preso que fue encontrado ayer esposado a la cama "había sido sorprendido con material para su huida".

La querella se dirige contra los policías responsables de la custodia de los presos en el hospital y sus superiores jerárquicos que dieron las órdenes.

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