Una proclama con tintes democráticos
Los tres primeros actos del nuevo presidente, además de formar Gobierno, han sido una proclama de tinte democrático mediante la que se compromete a dar mayor contenido pluralista al sistema; un reconocimiento público a la labor desarrollada por Habib Burguiba, conocido en Túnez como el combatiente supremo, y la neutralización, bajo arrestos domiciliarios preventivos, de los llamados hombres del presidente.Ben Alí anunció, en un comunicado radiado, la próxima elaboración por parte del nuevo Gobierno de dos proyectos de ley, uno relativo a partidos políticos y otro sobre la Prensa, con el fin de asegurar "una mayor participación ciudadana en la edificación de Túnez y en la consolidación de su independencia, dentro de un marco de orden y disciplina".
Según el nuevo presidente, hasta ahora considerado el cerebro de la represión contra el integrismo, la Constitución debe ser reformada, puesto que "la época en que vivimos no puede sufrir presidencias vitalicias ni sucesiones automáticas a la cabeza del Estado de las que el pueblo esté excluido".
En esta misma proclama difundida por radio, Ben Alí tuvo palabras de elogio hacia la figura de Burguiba, de quien destacó "sus enormes sacrificios, en compañía de hombres valerosos, por la liberación de Túnez y su desarrollo". Y añadió: "Es por ello por lo que le expresamos nuestro afecto y estima hacia su obra, pero frente a la senilidad y la agravación de su estado de salud el deber nacional nos impone declararle en la incapacidad absoluta de asumir los cargos de la presidencia de la República".
Precisamente los colabora dores más próximos del presidente, algunos de ellos ministros hasta ayer, han quedado recluidos en sus domicilios, bajo vigilancia policial. Entre ellos se encuentra Mohamed Sayajh, ex titular del poderoso Ministerio de Educación y Universidades y uno de los hombres duros y más fieles al ex presidente.
