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El peligro de no pensar

En Japón se teme que el ordenador de quinta generación lleve a la decadencia

Los ordenadores de quinta generación pueden conducir a las sociedades avanzadas a la decadencia y la ruina, a través del fomento de la pereza intelectual, según el científico japonés Hajime Karatsu, miembro del Comité para el Estudio del Impacto Social del Ordenador de la Quinta Generación en su país. Karatsu propugna un cambio social paralelo a la implantación de estas máquinas, ahora en fase de desarrollo.

Para Karatsu, que estuvo en Madrid con motivo de unas jornadas sobre tecnología japonesa, la aplicación masiva de los ordenadores de quinta generación -fáciles de manejar, capaces de llevar a cabo procesos de conocimiento y aprendizaje, y, por tanto, que pueden sustituir al hombre en numerosos cometidos intelectuales- podría conducir nuestra civilización a la decadencia y ruina. "De no tomarse medidas", aseguró este especialista, "estos ordenadores pueden generar un proceso de desidia social semejante al que afectó en la antigüedad a las sociedades esclavistas".Karatsu, catedrático del Instituto de Investigación y Desarrollo de la universidad de Tokio, intervino en un ciclo de conferencias, organizado por la fundación Ramón Areces en forma paralela la exposición Tecno Japón 87 que se celebra en Madrid. Junto a él intervinieron Chikara Hayashi, presidente de la Empresa Saponesa de Tecnología del Vacío; Yoshio Tsujisaka, director ejecutivo del Instituto Hayashibara de Biotecnología, y Shinya Yamauchi, ejecutivo de la empresa Matushita.

A pesar de sus peligros sociales, Karatsu hizo una ardorosa defensa de la aplicación de las altas tecnologías, en especial del ordenador de la quinta generación, insistiendo en la necesidad de una revolucionaria adaptación social. En este sentido, puso como ejemplo los futuros aviones con configuración de control, es decir, aparatos con una estructura muy móvil y gobernada por un ordenador, que podrían volar incluso de lado. Al igual que en el caso de los aviones, para que la sociedad pueda aprovechar eficazmente los ordenadores de la quinta generación, puede resultar conveniente que (la sociedad) adopte una forma nueva y distinta, abandonando su actual estructura piramidal", aseveró.

Yoshio Tsujisaka, experto en biotecnología, reconoció que se trata de una actividad que, "al igual que la energía nuclear", puede tener usos muy peligrosos para la humanidad. "Si la biotecnología no se aplica adecuadamente se corren grandes riesgos, mucho mayores de lo que se puede pensar en este momento".

Los científicos japoneses, cuya presencia no es común en España, demostraron ser poco asequibles. La dificultad de comunicación reinó durante todo el ciclo de conferencias. La traducción simultánea se realizaba primero del japonés al francés, y luego de éste al castellano. Según fuentes de la fundación Areces, se tuvo que recurrir a este sistema porque fue imposible conseguir traductores directos. Luego, en los breves coloquios, lo normal fue que los conferenciantes respondieran a las preguntas del público de forma vaga, imprecisa, y, algunas veces, claramente evasiva.

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