Hirohito se recupera
El emperador de Japón, Hirohito, paseó ayer, por primera vez desde su intervención quirúrgica, por los jardines del palacio imperial, situado en el corazón de Tokio.Hirohito, de 86 años, sufrió una operación intestinal, realizada con éxito, el 22 de septiembre, y ha tenido una lenta recuperación, dificultada por la falta total de apetito, que obligó a los médicos a realizarle cinco transfusiones de sangre. Nunca antes un emperador japonés, que goza de atributos divinos, fue intervenido, ni su sangre alterada.
El 124º Hijo Imperial de los Cielos padecía una obstrucción intestinal, lo que aconsejó que se le extirpara el trozo de intestino obstruido, circunstancia en la que se le descubrió una pancreatitis, aunque análisis posteriores demostraron que la afección no era cancerígena.
Hirohito, ocupante del Trono del Crisantemo desde 1926, delegó temporalmente las funciones de jefe de Estado en su hijo, el príncipe heredero Akihito, de 53 años. Desde la derrota japonesa en la II Guerra Mundial, el único emperador del mundo apenas tiene poder y su cargo es meramente representativo, aunque goza entre su pueblo de un enorme respeto.
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