El Gobierno vasco mantiene un grupo de operaciones encubiertas dependiente de la Consejería de Interior

El PNV manejó las instancias oficiales de solicitud de ingreso en la Ertzaintza (policía autonómica) para recoger entre sus afiliados información política y privada destinada a favorecer a los candidatos afines y vetar a los de otras tendencias políticas. Fotocopias de estas instancias con los datos personales, domicilio, teléfono y una fotografía del aspirante con el registro de entrada de la Administración vasca han sido distribuidas sistemáticamente por los batzokis (locales del PNV).

Existe constancia documental de que las operaciones han abarcado ,al menos, hasta la quinta promoción, que ingresó en la academil de Arkaute (Álava) a mediados de 1985. El delegado para asuntos policiales del Gobierno vasco, Genaro García Andoáin, dirigió hasta su muerte en un tiroteo con miembros de ETA, el 2 de noviembre del año pasado, un grupo de operaciones encubiertas, conocido como Ekintza (acción) y dedicado a centralizar estas investigaciones y a facilitar con métodos ilegales la entrada en la academia de ciertos candidatos. La Consejería de Interior del Gobierno vasco mantiene en la actualidad un grupo encargado de operaciones especiales.Miembros de Ekintza usaron armas, sin disponer de licencia, en concentraciones masivas del PNV, participaron en labores de espionaje a políticos y manejaron fondos públicos sin control, según han confesado. En vísperas de los AIderdi Eguna o día del partido, que se celebra cada año el último domingo de septiembre, agentes de Ekintza que no pertenecen a la policía autonómica recibieron pistolas de los responsables del grupo para reforzar el servicio de orden, pese a carecer de licencia.

Aunque las fuentes de Ekintza informantes afirman desconocer con precisión su procedencia, relacionan las armas con la empresa de seguridad ASLE, a la que consideran vinculada al PNV y en la que García Andoáin "tenía fuerte influencia".

Contratos

Militantes del Partido Nacionalista Vasco, contratados por el departamento de Interior del Ejecutivo de Vitoria como auxiliares administrativos, participaron con dedicación plena, en las acilividades encubiertas de Ekintza junto a agentes de la policía vasca adjuntos a la Dirección General de Tráfico, primero, y después, a la Delegación para Asuntos Policiales, cargos que ocupó García Andoáin sucesivamente. Los contratos de los supuestos auxiliares administrativos, alguno de los cuales ni siquiera sabe escribir a máquina, figuran a nombre del consejero de Interior, Luis María Retolaza.Genaro García Andoáin, hombre de la máxima confianza de Retolaza, falleció el 2 de noviembre de 1986 en un tiroteo con ETA, cuando mandaba la patrulla de la Ertzaintza que liberó al industrial secuestrado Lucio Aguinagalde. El Gobierno vasco ha escogido el aniversario de su muerte para homenajear a los policías autonómicos caídos en acto de servicio. Las recomendaciones favorables y las indicaciones contrarias al candidato eran recogidas por los hombres de Ekintza, que coinciden en señalar como base de operaciones las oficinas centrales del partido, en el número 38 de la Gran Vía de Bilbao (Edificio Granada) y un piso clandestino de la calle de Ercilla, en la misma ciudad. Las anotaciones varían desde el tono imperativo "debe pasar como sea", referido a los afiliados de máxima confianza, hasta el "no pasar" junto a las siglas del PSOE o de Euskadiko Ezkerra y, en ciertos casos, de Herri Batasuna.

Motivos de exclusión

Los motivos de exclusión, según se desprende del análisis de las recomendaciones, es muy amplio. Así, de Juan Ramón Santos Zabala se dice que "no puede pasar" porque es de Comisiones Obreras y quiere crear un sindicato en la Ertzaintza; de Cristina Alday Ortube se informa que "tiene un hermano que es un ladrón". De Rafael Sánchez Cordón se afirma lacónicamente "español (Lequerica)", mientras de Juan Manuel Sánchez Cordón se recoge sólo "HB", y de Jesús Bruno y Eugenio Castaño Castaño, "PSOE".La información, anotada junto al nombre de cada candidato en listados de ordenador de la Consejería de Interior, era entregada a Genaro García Andoáin y Josu Olazaran, miembro de la ejecutiva de Vizcaya del Partido Nacionalista Vasco, y recién nombrado inspector de los servicios de seguridad de la Diputación foral de Vizcaya adscrito al departamento de Agricultura, estos a su vez recogían recomendaciones de su puño y letra y hacían llegar una copia, según los hombres de Ekintza, a los responsables superiores de la Consejería de Interior y a la academia de Arkaute.