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El director del Juego de la Generalitat no tiene una deuda bancaria de 40 millones

El director general del Juego de la Generalitat, Xavier Patxot, dejó deudas por 620 millones de pesetas tras su gestión en la empresa Estampados Estil. Además, Patxot fue condenado judicialmente, como avalista de un crédito a la misma empresa, al pago al Banco de Bilbao de 15 millones de pesetas, que con los intereses acumulados asciende ya a más de 40 millones. El conseller de Gobernación de la Generalitat, Agustí Bassols, ha defendido la idoneidad del nombramiento de Patxot como director general del Juego.

En la respuesta a una pregunta formulada por el diputado socialista Rafael Madueño, Bassols alega que la deuda de Patxot con el Banco de Bilbao no es un débito personal, sino de una empresa mercantil a la que Patxot había avalado. El diputado socialista considera que Bassols "juega un juego peligroso al mantener en este delicado cargo a una persona que tiene una deuda creciente y se declara insolvente".Esta respuesta del conseller, publicada el pasado día 26 en el Boletín Oficial del Parlamento de Cataluña, ignora la sentencia de 4 de enero de 1982 en la que el juez Joaquín García Lavernia condena a Higinio Torras Majem y a Patxot, personalmente, por el impago de este crédito "como garantes solidarios y obligados entre sí y con el deudor" y ordena la ejecución y embargo de sus bienes. El Banco de Bilbao mantiene la pretensión de cobrar el crédito.

La empresa Estampados Estil cesó en sus actividades por abandono de sus directivos y por la solicitud de rescisión de contratos realizada por sus 140 empleados, pero la sociedad no presentó suspensión de pagos ni quiebra. Patxot renunció a sus responsabilidades en la empresa, que llegó a presidir, el 9 de diciembre de 1980.

Al dejar Estampados Estil, Patxot dejó pendientes deudas por 620 millones de pesetas entre las obligaciones bancarias, las de Hacienda y Seguridad Social y las de acreedores particulares y proveedores.

De estas deudas, 119.982.000 pesetas corresponden a otros préstamos bancarios; 21.384.912 pesetas, a impagos en concepto del Impuesto de Tráfico de Empresas (ITE) de 1979, 1980 y parte de 1981; 80.318.864 pesetas, en concepto de ITE y del impuesto de la renta (IRPF), cobrado a los trabajadores y no ingresado, hasta noviembre de 1981.

La deuda a la Seguridad Social ascendía, en la misma fecha, a 151.808.252 pesetas.

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El 29 de diciembre de 1981, el administrador único de Estampados Estil, Enrique Pursals Pons, que había sido nombrado el 23 de marzo tras la desaparición de todos sus directivos, presentó su renuncia por carta a todos los accionistas, entre ellos Patxot. En esta carta, Pursals declina toda responsabilidad sobre la marcha de la empresa en Higinio Torras Majem, que en aquella fecha ya se había fugado de España tras la quiebra del Banco de los Pirineos.

Pero la ejecución de los embargos decretados no se ha realizado. En el caso de la empresa porque los bienes fueron embargados preventivamente por los trabajadores, para recuperar las deudas salariales acumuladas. Torras se encontraba en paradero desconocido y Patxot se declaró insolvente. En 1980, cuando Patxot tenía aún plena responsabilidad en Estampados Estil, los trabajadores rechazaron un expediente de regulación de empleo porque la empresa había falsificado sus firmas copiándolas de un expediente anterior que habían aceptado, según testifica el abogado laboralista Albert Fina.

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