La mujer en la sociedad
Esa doctrina social favorable a la condición de la mujer, a quien concede capacidad y derechos iguales al hombre, y, que conocemos como feminismo, ha sido un factor de progreso en muchos aspectos, para el sexo débil en particular, y en general para todos los que directa o indirectamente se benefician de su participación en la sociedad.Los movimientos feministas, que tuvieron su origen al producirse la independencia de Estados Unidos, consiguieron que se concediera a la mujer el derecho al voto al ser introducidas a la Constitución las enmiendas 15ª y 19ª en los años 1869 y 1919, respectivamente. Esta última dice así: "El derecho al voto de los ciudadanos de Estados Unidos no podrá serles negado o limitado por el Gobierno federal o por cualquier Estado, por razones de sexo".
A partir de ese momento, y de forma paulatina a lo largo de los años, la mujer, asumiendo el papel de ciudadana de pleno derecho, ha ido introduciéndose en las entrañas de la sociedad, abarcando parcelas inasequibles en otro tiempo y desarrollando la capacidad -reservada hasta entonces al varón- de intervenir en asuntos trascendentales.
Sin embargo, en la actualidad el feminismo es considerado por los expertos como una amenaza social. Feministas de la talla de Betty Friedan, Susan Brownmiller y Andrea Dowrkin han modificado sus opiniones al respecto, insatisfechas con los resultados obtenidos.
La causa de esta depresión posfeminista hay que buscarla en las repercusiones negativas que se están detectando en la sociedad, producidas por lo que en principio algunos sectores consideraban importantes logros sociales para la mujer. La libertad sexual sin trabas morales, el aborto y los anticonceptivos -caballos de batalla de los movimientos feministas en los últimos lustros-, lejos de contribuir a integrar a la mujer en la sociedad, degradan su condición humana convirtiéndola en un mero instrumento de placer. Por este motivo, quienes antes defendían estas reivindicaciones las rechazan ahora por considerarlas simples manifestaciones hedonistas, propias de una sociedad materializada y ajenas al feminismo.
Los expertos señalan la importancia del reconocimiento social de la maternidad para el buen funcionamiento de la sociedad. En consecuencia, las necesidades sociales actuales no recomiendan en absoluto -aunque algunos grupos seudofeministas se empeñen en lo contrario- que la mujer deba desprenderse de esas cualidades que -con más o menos sentido de la justicia- se le atribuyen: abnegación, intuición, constancia, ternura, delicadeza..., sino que ejercitándolas en el hogar, siempre que sea posible, prestará a la sociedad el mayor de los servicios. Esta dedicación a la familia dará como fruto hombres y mujeres educados en la idea de que la libertad adquiere su auténtico sentido cuando se ejercita en servicio de la verdad y se gasta en lograr la justicia. La entrega generosa de estas madres hará desarrollar en sus hijos valores tan necesarios en nuestros días como la responsabilidad, lealtad, fidelidad, templanza, sobriedad, comprensión y respeto, además de la fortaleza necesaria para convivir serenamente con el dolor y el sufrimiento con los que inevitablemente tropezamos en esta vida. Estos hombres y mujeres aportarán un enorme beneficio a la humanidad por el simple hecho de formar parte de ella.-
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.