45 afectados por la estafa de Torrejón se querellarán contra el Banco de Fomento

Un grupo de 45 clientes de la sucursal del Banco de Fomento ubicada en la plaza Mayor de Torrejón de Ardoz interpondrán una querella judicial contra la entidad bancaria por la presunta estafa de que han sido objeto por parte de José del Campo, gestor de la sucursal, actualmente en la prisión de Alcalá-Meco, según informó ayer el abogado de los afectados, Alberto Holgado.Según Holgado, la práctica totalidad de los afectados recibía un interés en torno al 14% por el dinero que entregaba al gestor. El abogado desmiente que alguno de sus clientes gozara de un tipo de interés del 18%, como se ha dicho estos días. "No hay nadie que percibiera un interés superior al 15%, incluso los hay que depositaban sus ahorros a plazo fijo a un interés del 9% o l0%".

"Lo que llama la atención es la elección de clientes que realizó Del Campo: la inmensa mayoría, son gente humilde, lo cual facilitó que el gestor operara con impunidad y sin que las protestas de los ahorradores le causaran mayores problemas", dijo Holgado.

El abogado afirmó también que la cifra media que tenían depositada sus clientes en el Banco de Fomento supera en algo el millón de pesetas, "aunque hay casos de siete y ocho millones y de menos de medio millón".

Fuentes del Banco Central -el de Fomento es una filial de aquél- declararon ayer que el principio Alfonso Escámez, presidente del Central, está siguiendo este caso de cerca. El portavoz se lamentó de la poca colaboración de algunos afectados: "En ocasiones, la dirección del cliente corresponde a un solar, y en muchos casos no quieren hablar por un difuso miedo a Hacienda".

"No hay que olvidar", señaló el citado portavoz, " que si el gestor ofrecía tipos de interés más altes que los legales, los clientes los aceptaban. Aún no sabemos el número total de afectados ni las cantidades entregadas. El banco quiere garantizar los derechos de los clientes, como corresponde a una entidad seria, pero tarripoco vamos a aceptar responsabilidades no demostradas. Muchos no tienen documentos que prueben las cantidades entregadas, otros tienen un simple recibo. Esto es un desbarajuste".