La ronda negociadora sobre Gibraltar concluye sin avances destacables
Delegaciones técnicas de España y el Reino Unido concluyeron ayer en Londres una nueva ronda negociadora sobre el futuro de Gibraltar, y más en concreto, sobre la eventual utilización conjunta del aeropuerto del Peñón. Como en anteriores ocasiones, el hermetismo informativo marcó esta reunión. La impresión existente es que no hay avances sustanciales hacia un acuerdo.El seguimiento de los rutinarios encuentros entre las delegaciones que presiden el director general para Europa del Ministerio de Asuntos Exteriores, Fermín Zelada, y su homólogo británico, David Ratford, se ha convertido en un ejercicio de gibraltarología.
Ninguna de las partes ofreció información oficial fuera del manido "se sigue negociando" o de que va a producirse un nuevo encuentro que no estaba, en principio, previsto, en esta ocasión, a mediados de noviembre en Madrid.
Parece que lo único en que británicos y españoles están de acuerdo por ahora es en mantener la máxima cautela informativa. A veces, en conversaciones informales, alguna de las partes deja algún rastro, no necesariamente claro, que permite deducir que desde que se negocia en el contexto del acuerdo de Bruselas de 1984 -que pretende establecer un marco en el que discutir la cooperación en beneficio mutuo y la soberanía de Gibraltar- se está hablando de lo mismo y que el máximo avance sería la variación de algunos matices.
El principal conflicto derivado de la presencia británica en el Peñón es, en la actualidad, la ocupación por Londres del istmo en el que está construido el aeropuerto.
La Comunidad Europea (CE) quiere emitir una directiva liberalizadora de los vuelos civiles en el continente y el Reino Unido quisiera ver al aeropuerto gibraltareño incluido en ella como si fuera británico. Madrid rechaza esta pretensión a menos que se logre un acuerdo sobre la utilización conjunta de parte de las instalaciones. En su defecto, propone que el aeropuerto quede excluido de la aplicación de la normativa, a lo que se niega Londres. Este desacuerdo tiene paralizada la liberalización prevista por la Comunidad Europea y ninguna de las partes parece dispuesta a ceder.
Los ministros de Exteriores de ambos países, Francisco Fernández Ordóñez y sir Geoffrey Howe, tienen previsto reunirse dentro de un mes en Madrid, pero los trabajos de estas comisiones parecen haber aumentado poco las posibilidades de lograr algún acuerdo, que aunque fuera meramente de carácter técnico tendría fuertes repercusiones políticas, al considerar el Gobierno de Gibraltar que se cuestiona la soberanía británica sobre el Peñón.
Los ministros de Transportes de la Comunidad Europea mantendrán un encuentro a primeros de diciembre, pero la impresión que ofrece el estado de las negociaciones hispano-británicas es que aquellos no conseguirán llevar adelante su plan de liberalizar los vuelos. La parte española dice sentir la solidaridad de los socios comunitarios en su insistencia por resolver un conflicto de raíz colonial.
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