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Genscher pretende reforzar en Albania la cooperación entre Bonn y Tirana

El ministro de Asuntos Exteriores de la República Federal de Alemania, Hans Dietrich Genscher, viajó ayer por primera vez a Albania, cinco semanas después de anunciarse el establecimiento de relaciones diplomáticas entre Bonn y Tirana. Bonn anunció el miércoles que Genscher propondrá la apertura de negociaciones para un acuerdo de cooperación entre ambos países.La RFA tiene acuerdos similares con todos los países del Pacto de Varsovia. La cooperación con Albania será muy dificil en un principio, ya que, como subrayan medios diplomáticos en Bonn, las empresas mixtas y la aceptación de créditos están prohibidos por la Constitución.

Albania dejó de ser miembro del Pacto de Varsovia en 1968. Tras su posterior ruptura con la República Popular China, Albania se sumió en un aislamiento internacional prácticamente total. Es el único país europeo que no participa en la Conferencia de Seguridad y Cooperación en Europa (CSCE) ni firmó el Acta de Helsinki.

Desde la muerte en abril de 1985 de Enver Hoxha, el indiscutido líder del país desde el final de la guerra, su sucesor, el jefe del Estado y del partido comunista, Ramiz Alia, ha dado ciertos pasos hacia un paulatino levantamiento de este cerco autoimpuesto. Desde la llegada al poder de Alia, Albania está entablando relaciones diplomáticas con los países occidentales y del Tercer Mundo y se han producido ya los primeros intercambios de visitas oficiales con países aliados de la URSS. Las relaciones con Grecia están camino de la normalización. Y Tirana ha anunciado que participará por primera vez en una reunión de ministros de Exteriores de los países balcánicos que se celebrará antes de fin de año en Belgrado.

Síntomas de cambio

Pese a que se mantienen los tradicionales ataques de Tirana contra el revisionismo de la Unión Soviética y sus aliados y son permanentes las alusiones de los medios albaneses al programa de reformas de Mijail Gorbachov en la URSS, tachándolo de campaña demagógica, en los últimos meses se perciben ciertos intentos por parte del régimen por abrir un margen al debate público.En el IX congreso del partido comunista, en noviembre de 1986, Alia criticó "el sectarismo, que es perjudicial porque se aferra al pasado, no ve los cambios que se producen, materiales, sociales y, sobre todo, en la vida intelectual de la sociedad. Incapaz de comprender la dialéctica de la vida, cae en el conservadurismo y el dogmatismo".

Aunque de forma aún muy tímida, se perciben en Albania los esfuerzos de Alia por paliar las dificultades económicas y el grave retraso estructural a través de una apertura al mundo. Por sus manifestaciones ante el congreso y en la Prensa se deduce que el máximo drigente tiene adversarios en el sector tradicionalista del partido.

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