Ronald Reagan, resignado a cambiar su política fiscal

El presidente de EE UU, Ronald Reagan, por primera vez desde que llegó al poder, en 1981, sugirió esta madrugada que puede aceptar un aumento de impuestos como fórmula para combatir el fuerte déficit presupuestario. En una conferencia de prensa televisada, anoche en Washington, el presidente anunció que negociará con el Congreso una reducción efectiva del déficit (148.000 millones de dólares este año), buscando un arreglo en el que "los impuestos y el gasto sean lo más bajos posibles".Reagan, que llevaba casi cinco meses sin dar la cara ante la Prensa, trató de calmar a los mercados financieros convulsionados en todo el mundo por la crisis de la Bolsa de Nueva York y devolver la confianza a los norteamericanos, que comienzan a temer que la actual prosperidad dé paso a una recesión. "No debernos asumir que la crisis ya ha pasado, hay motivos para la preocupación y la acción", afirmó el presidente, que sólo 24, horas antes había dado por cerrada la crisis bursátil.

Reagan dijo que la caída de, la bolsa exige revisar la situación y "mantener al país en el camino de la prudencia fiscal". El presidente anunció la creación de una comisión que en el plazo máximo de dos meses recomiende si es necesario efectuar cambios en el funcionamiento de los mercados financieros. Insistió en que no es inminente una recesión, "no hay signos de deterioro de la economía".

Reagan, que se mostró confuso y muy poco seguro en los temas económicos, pero también en los astintos de política internacional, dijo que "aún no tenemos fecha para la cumbre". Explicó que le gustaría enseñarle a Gorbachov bastantes cosas en Estados Unidos y confió en que su visita sea suficientemente larga para que pueda viajar por el país. Sobre la situación en el golfo Pérsico, el presidente dijo que "no estamos allí para ir a la guerra con Irán, pero responderemos a Jomeini si nos ataca".