Los ministros económicos de la democracia coinciden en que hay que mantener la política de ajuste

Reunidos en un antiguo salón de baile, seis ministros económicos de la democracia española coincidieron en que es necesario continuar en la aplicación de la política de ajuste. El auditorio, formado por destacados representantes de la economía española, celebraba con esta "curiosa experiencia" los 10 años del Círculo de Empresarios. Los seis ministros realizaron un balance positivo del cambio económico y recalcaron que todos habían aportado su grano de arena en conseguir una sociedad que calificaron de más libre.

Carlos Solchaga, actual ministro de Economía, habló de la transitoriedad del cargo, idea que le sugería la contemplación en su despacho de la orla con los nombres de sus antecesores desde el año 1702. Al ser "el único de los presentes que ahora está en el ejercicio del poder" dijo no tener más remedio que centrar su intervención en lo que será la política económica en los próximos años que tendrá dos objetivos: conseguir un mayor crecimiento económico y alcanzar mayor competitividad frente a los países de nuestro entorno.En este contexto, añadió, "no voy a insistir en la conveniencia del ajuste". Este Gobierno "va a seguir vigilante sobre todos los factores que producen desequilibrios" pero "cuando sube la marea de la recuperación económica es más fácil digerir el proceso de ajuste a pesar de que esta idea no haya sido compartida por la sociedad en determinados momentos, algo que tanto me preocupa". Reconoció que España está alejada de los niveles de bienestar alcanzado por los países occidentales.

El crecimiento económico por el que apuesta Solchaga descansará sobre el consumo privado y la inversión ya que no cabe esperar el mismo empuje por el sector exterior. Los efectos de esta estrategia se harán sentir sobre el empleo y la recuperación de los salarios reales haciéndolo compatible con el control de la inflación.

Menores costes

En la etapa actual, Solchaga admitió que existe una pérdida de libertad en la fijación de la política económica pero que ello es a la vez es un estímulo para las reformas estructurales. El sector privado debe respetar las reglas de la competencia pero será capaz de competir si sabe aprovechar los menores costes relativos del factor trabajo.Miguel Boyer (diciembre de 1982 a julio de 1985) calificó de "crueldad histórica" el hecho de que cuando "iniciábamos la etapa democrática hubo que enfrentarse con una crisis económica". Añadió que con la perspectiva del tiempo "los problemas que entonces nos parecieron abrumadores hoy me parecen todavía más tremendos". Como uno de los principales logros de esta etapa señaló la recuperación de la autoridad moral y la capacidad de decisión" y que "fue el Gobierno de Adolfo Suárez quien inició el ajuste económico porque fue el primero en tener legitimidad democrática para hacerlo".

Los tres rasgos del ajuste han sido, para Miguel Boyer, el esfuerzo desarrollado en la reducción de la inflación, el éxito en la recuperación del excedente empresarial y el avance en la flexibilización de sectores como el financiero, el laboral o el exterior. Otro logro importante ha sido, en opinión de Boyer, que la sociedad actual es mucho más justa de lo que era hace 10 años.

Solidaridad

Pero añadió, "aun a riesgo de parecer monotemático" que es inevitable continuar con la política de ajuste que ha presidido la transición democrática" aunque con la diferencia de que ahora "el Gobierno ha ganado margen de actuación porque se han desaflojado los desequilibrios económicos."Hizo un llamamiento a la solidaridad de los que "tenemos trabajo" frente a los parados. "Aumentar la parte del pastel de la renta que va a los que tenemos un empleo es condenar a una parte muy numerosa de la población a no encontrarlo".