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Un temporal de lluvia obliga a evacuar poblaciones de Galicia y dificulta las comunicaciones en el norte

Un fuerte temporal de lluvia y vientos huracanados de más de 100 kilómetros por hora azotó ayer la mitad norte peninsular y ocasionó graves problemas en las comunicaciones, con cortes de carreteras y de vías férreas, cierre de aeropuertos e importantes inundaciones. " región más afectada fue Galicia, donde las localidades de Padrón (U Coruña) y Caldas de Reyes (Pontevedra) fueron evacuadas parcialmente al desbordarse los ríos Umia y Sar. Los colegios permanecieron cerrados en toda la región, y la flota pesquera, amarrada. Un pescador se hallaba anoche desaparecido en la ría de Pontevedra, y en Vizcaya un hombre murió aplastado ayer por un árbol.

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En Galicia, el temporal comenzó en la tarde del miércoles, afectando principalmente a las provincias de Pontevedra y La Coruña y a la zona costera, informa La localidad coruñesa de Padrón -de unos 10.000 habitantes- quedó desde las dos de la madrugada de ayer Completamente inundada, siendo evacuadas a Santiago de Compostela más de 300 personas. En Pontevedra, las localidades de Caldas y Redondela sufrieron también inundaciones de consideración y varias personas fueron evacuadas de la primera por unidades de la Escuela Militar de Marín. En la ciudad de Pontevedra el servicio de agua potable quedó interrumpido a la una de la tarde debido al desbordamiento del río Lere. Los vientos alcanzaron en la región los 120 kilómetros por hora y las fuertes lluvias en Santiago de Compostela llegaron hasta los 208 litros por metro cuadrado.La delegación del Gobierno en Galicia, gobiernos civiles, Xurita, protección civil y varios ayuntamientos han declarado la alerta roja en sus ámbitos de actuación. Ante la magnitud de la tempestad, el Ejecutivo gallego, que se reunió ayer en consejo, decretó la suspensión indefinida de las clases en la enseñanza básica y media en los centros públicos, recomendando a los colegios privados adoptar esta medida.

El primer accidente provocado por la tempestad fue el descarrilamiento del Talgo Madrid-La Coruña, ocurrido en las proximidades de Santiago de Compostela, la noche del miércoles. El maquinista del Talgo, Antonio Martínez Cabo, resultó herido de gravedad y 11 pasajeros con lesiones leves.

También esa misma noche desapareció en la ría de Pontevedra el pescador Antonio Sánchez Otero, que había acudido al mar en compañía de su mujer para recuperar sus aparejos de pesca.

Las comunicaciones se vieron ayer muy afectadas en la mayor parte de la comunidad gallega. Durante toda la jornada permanecieron cerrados los tres aeropuertos gallegos: Santiago, Vigo y La Coruña. Numerosas carreteras de las provincias de La Coruña, Pontevedra y Lugo permanecieron cortadas y otras lo estuvieron durante parte de la jornada a causa de inundaciones, desprendimientos de tierra y caídas de árboles. El caso más grave fue el de la nacional 550, La Coruña Vigo -que sufre cortes en Padrón, Caldas y Redondela-, por ser una vía de mucho tráfico, que comunica el sur de Galicia con el norte. La vía férrea Santiago-Vigo también está interrumpida en estos tres puntos, y la de Madrid-La Coruña, a la altura de Santiago.

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El fluido eléctrico y las comunicaciones telefónicas sufrieron numerosos cortes a lo largo de todo el día de ayer en varias localidades gallegas.

Otras zonas afectadas

El temporal se dejó sentir también, aunque en menor medida que en Galicia, en Cantabria, Asturias, País Vasco y el norte de Castilla y León, donde se registraron principalmente fuertes vientos y problemas en las comunicaciones por carretera. En el País Vasco, Guillermo Sáez Arquejo, de 62 años de edad, falleció en Sestao (Vizcaya) al caer un árbol sobre él a las diez de la mañana cuando circulaba por la calle de San Diego, informa Pilar Luengo.

Los fuertes vientos alcanzaron una intensidad máxima de 120 kilómetros por hora y derribaron numerosos árboles y tendidos eléctricos, por lo cual varias carreteras de la comunidad sufrieron cortes intermitentes de tráfico. Los aeropuertos de Sondica (Vizcaya) y Fuenterrabía (Guipúzcoa) tuvieron que suspender varios vuelos. En Cantabria, informa Jesús Delgado, el aeropuerto de Parayas, donde se registraron vientos de 110 kilómetros por hora, fue cerrado al tráfico y la flota pesquera permaneció amarrada, a la espera de una mejoría del tiempo.

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