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Defensa reconoce que ha comprado 'Cabañeros', aunque ello no implica su conversión en polígono de tiro

Carlos Yárnoz

El Ministerio de Defensa reconoció ayer por primera vez que gran parte de Cabañeros -cinco zonas de esta finca de Ciudad Real- son de su propiedad, ya que las compró, "previa autorización expresa del Consejo de Ministros". "La adquisición de estas fincas no presupone que se haya decidido ubicar en ellas un polígono de tiro para el Ejército del Aire", dice una nota oficial de Defensa. "El proceso de búsqueda de zonas alternativas en que pudiera ubicarse este polígono en el futuro continúa en estudio a fin de encontrar una solución que, satisfaciendo las necesidades de la defensa, tenga en cuenta los planteamientos de política territorial del Gobierno de Castilla-La Mancha", señala la nota.

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Uno de los espacios mejor conservados.

El Gobierno autónomo de Castilla-La Mancha, cuyo presidente, el socialista José Bono, se ha opuesto siempre a la instalación del campo de tiro en Cabañeros, solicitó de forma oficial, pocos antes de la últimas elecciones legislativas, que Cabañeros fuese declarado parque natural. "En calidad de propietario, [el Ministerio de Defensa] se ha personado en el expediente de declaración de parque natural iniciado por los órganos de la comunidad autónoma", señala la nota del departamento.El comunicado no aclara en qué fecha fueron adquiridas las fincas. En los últimos meses, y especialmente antes de las citadas elecciones, varios medios de comunicación insistieron en que Defensa había pagado ya gran parte de los 800 millones de pesetas solicitados por los propietarios de Cabañeros, pero las informaciones fueron negadas por el ministerio, cuyo titular siempre se ha escudado en el hecho de que todo lo referente a Cabañeros era "información clasificada", extremo en el que insistió el pasado día 6 en Zaragoza ante las numerosas preguntas de periodistas al respecto.

La nota oficial del Ministerio de Defensa aclara que, salvo los datos incluidos en la misma, el resto de la información sobre el caso continúa siendo "información clasificada".

Narcís Serra, titular de Defensa, ha sido en los últimos meses el principal defensor de que ese futuro campo de tiro esté en Cabañeros, a pesar de las contínuas protestas de los grupos ecologistas y de la oposición de algunos dirigentes socialistas. Fuentes del departamento negaron ayer que el problema de Cabañeros hubiera sido tratado en la reunión de la Junta de Defensa Nacional.

Sin embargo, el comunicado fue difundido justamente después de concluida la reunión de la citada junta en Zarzuela, donde se encontraban en ese momento el Rey, el presidente y vicepresidente del Gobierno, el ministro de Defensa y los jefes de los tres ejércitos. La noticia cogió desprevenidos a los grupos ecologistas que, a lo largo de los últimos años, han protagonizado numerosas acciones de protesta contra el proyecto de crear en Cabañeros un campo de tiro.

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Decisión tomada en 1983

El 26 de marzo de 1983 el gobernador civil de Ciudad Real, Pedro Valdecantos, tras entrevistarse con el entonces jefe del Estado Mayor del Aire, teniente general Emilio García Conde, aseguraba que la decisión de instalar un nuevo polígono de tiro del Ejército del Aire en Cabañeros había sido ya definitivamente tomada por el Ministerio de Defensa.Un mes más tarde, el propio teniente general García Conde explicaba en una conferencia de prensa los detalles militares de instalar el polígono de tiro en Cabañeros, asegurando que "ni la fauna ni la flora se verán afectadas en gran medida por los ejercicios de tiro, según estadísticas comprobadas". Al tomar posesión el socialista José Bono Martínez de la presidencia de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, declaró que a él tampoco le gustaba la transformación de la finca de Cabañeros en una zona de prácticas militares, posición que mantuvo tras el referéndum sobre la OTAN.

A partir de noviembre de 1984 el Gobierno autónomo de Castilla-La Mancha dispuso ya de las transferencias necesarias para poder declarar parque natural el polígono de Cabañeros. Tres años más tarde, José Bono, reelegido presidente regional, afirmaba que "el Gobierno regional, las Cortes regionales y yo mismo pensamos que la construcción del polígono de tiro comportaría consecuencias irreversibles para la ecología de la zona".

El pasado 3 de junio el Gobierno castellano-manchego iniciaba los trámites para declarar espacio natural la finca de Cabañeros.

El pasado mes de abril Narcís Serra calificaba de "secreta" cualquier información relativa a la construcción del campo de tiro aéreo en Cabañeros, ratificando de esta forma una decisión adoptada el 30 de mayo de 1985. Al mismo tiempo, Serra anunció que el Gobierno estaba estudiando otros hipotéticos campos de tiro alternativos, y que no estaba prevista su utilización por fuerzas de la OTAN. Sin embargo, un mes más tarde, mandos del Ejército del Aire mantenían que la finca era el lugar más idóneo para ubicar el campo de tiro. En junio del presente año se tuvo conocimiento de que el plan inicial concebido por el Ministerio de Defensa para la finca de Cabañeros incluía la conversión de la zona en el polígono de tiro más importante y de mayor extensión para las fuerzas aéreas occidentales. Con esta iniciativa España incrementaría notablemente su aportación militar a la OTAN.

En cuanto a la adquisición de la finca por parte de Defensa, fuentes militares han indicado que el Ejército del Aire autorizó en 1983 la entrega de unos 100 millones de pesetas procedentes de sus propios presupuestos; pero otras fuentes han asegurado que, además de esa cantidad, el ministerio aportó también varias decenas de millones hasta alcanzar aproximadamente la cifra de 400. Estos datos han sido difundidos a lo largo de los últimos meses en varias ocasiones, pero siempre habían sido desmentidos o ignorados por el Ministerio de Defensa.

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Sobre la firma

Carlos Yárnoz
Llegó a EL PAÍS en 1983 y ha sido jefe de Política, subdirector, corresponsal en Bruselas y París y Defensor del lector entre 2019 y 2023. El periodismo y Europa son sus prioridades. Como es periodista, siempre ha defendido a los lectores.

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