El presidente de Argentina considera necesario un pacto social y anuncia hoy un nuevo plan de ajuste económico

El presidente Raúl Alfonsín anunciará hoy a todo el país, por la cadena nacional de radio y televisión, el nuevo plan económico que el Gobierno prepara desde hace 10 días. En rondas de consultas con los líderes de la oposición, Alfonsín reclamó apoyo para las medidas y consideró imprescindible un "pacto social". El Banco Central ordenó el cese de todas las actividades bancarias y financieras durante la jornada comercial de ayer y hoy.

La necesidad de un acuerdo similar a los pactos de la Moncloa será el eje central del mensaje. Alfonsín estima que ese ha sido el sentido del voto en las últimas elecciones parlamentarias y de gobernadores provinciales, en las que se impuso la oposición peronista. El presidente recibió ayer a los principales dirigentes de los partidos políticos y al secretario general de la Confederación General del Trabajo, Raúl Ubaldini.A pesar del compromiso entre las partes para no adelantar cuáles serán las medidas, todos los dirigentes coincidieron ya en anticipar la crítica al plan. El diputado Alvaro Alsogaray, presidente de la Unión de Centro Democrático (UCD), que expresa a la derecha liberal -partido que se ha convertido en la tercera fuerza política del país, con el 18% de los votos-, advirtió que "no me gusta lo que piensan hacer, son recetas que ya fracasaron. Algunas medidas son muy importantes, pero carecen de sentido si no son provisorias". La UCD está dispuesta a colaborar con el radicalismo en la Cámara de los Diputados para debatir los proyectos de ley que el poder ejecutivo enviará al Congreso. Entre ellos se propone la creación de nuevos impuestos de emergencia, como el llamado "ahorro forzoso", ya aplicado el año pasado, por el que se establece una quita obligada en los salarios a partir de un ingreso considerado medio o alto. La ley obliga al Gobierno a devolver el dinero en un plazo determinado con una tasa de interés baja, en relación a la inflación.

Inflación y caos

La demora del Gobierno en reaccionar después de la derrota electoral, la posterior discusión de las medidas con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la fractura interna del radicalismo, expresada en las crecientes críticas al equipo que dirige el ministro de Economía, Juan Sourrouille, provocaron el caos social. La inflación, según el cálculo oficial, supera ya el 20% mensual -contra el 12% del mes pasado-, y en la realidad cotidiana se ha podido comprobar que los precios de los alimentos de primera necesidad subieron en diez días más del 100%.Los empresarios trasladaron a sus costes la previsión por el anunciado "congelamiento" de precios, similar al que se produjo cuando se aplicó el Plan Austral, en junio de 1985. En aquel momento, la mayoría de ellos se sorprendió con las medidas, pero ahora han tomado sus precauciones. Los aumentos han sido tan exagerados que provocaron reacciones histéricas de la población y algunas situaciones de violencia.

Las principales medidas que se anunciarán hoy tienden a ajustar nuevamente la economía argentina. La moneda será devaluada casi un 30% en lo que va del mes y al mismo tiempo se aumentarán los impuestos sobre las importaciones. El equipo económico avanzará en sus planes de capitalizar la deuda externa mediante la venta de acciones de empresas públicas a los acreedores y luego de un control de precios y salarios se propone liberar los mercados.

El Gobierno aspira a conseguir el acuerdo social que le permita poner en marcha su nuevo plan económico, pero el peronismo ya ha adelantado su desacuerdo. El joven diputado José Luis Manzano, jefe del bloque en la Cámara de los Diputados, advirtió que "sin otro modelo de pago de la deuda, sin inversiones, sin transformaciones estructurales, ningún plan puede tener éxito en la Argentina actual".