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Entrevista:

Michel Piccoli: "En las artes no se puede ser conservador"

El actor francés asegura que detesta la televisión

MANUEL MUÑOZ El actor francés Michel Piccoli, de 61 años, mantiene el mismo aspecto físico que en los dos últimos decenios. Nada ha cambiado en su rostro, ni tampoco en su actitud vital. Se define como de izquierdas y asegura que en el mundo de las artes no se puede ser conservador. Con una filmografía muy superior al centenar de títulos, ha trabajado con Luis Buñuel (El discreto encanto de la burguesía), Marco Ferreri (La grande bouffe) y Jean-Luc Godard (Le mépris), y dice detestar la televisión. Se encuentra en Valencia, donde la Mostra de Cinema Mediterrani le dedica un ciclo de homenaje.

Pregunta. Usted ha dicho que es un comunista sentimental.Respuesta. Sí, yo era un comunista sentimental.

P. ¿Ahora ya no?

R. Ahora todo el mundo es comunista sentimental. Todo el mundo espera a Gorbachov para saber si va a cambiar el mundo. No sé en España, pero es así en Francia. Se dijo que había desaparecido, que había sido encarcelado... Pero los franceses esperaban la vuelta de Gorbachov como si fuese la de Jesucristo.

P. ¿Y usted qué piensa?

R. Yo decía que era comunista sentimental porque cuando comencé a comprender, en los años 38 y 39, por razones dependientes a mi voluntad, a los 13 o 14 años, ¿de qué lado se puede estar si no se tiene una educación política de los padres? Se puede estar de uno o del otro. Durante la guerra, a los 18 años, ¿se es fascista o antifascista? Estoy seguro que había personas jóvenes que eran fascistas y que no comprendían qué quería decir eso. Y yo, cuando era muy pequeño, a los 13 o 14 años, comprendí en seguida qué era el nazismo. Y después viví la invasión alemana, vi a los judíos llorar porque fueron expulsados. Y cuando volví a París veía a los judíos con la estrella amarilla en el metro. No sabía que había un campo de concentración, pero me bastaba para odiar a la derecha de la época y eso ha permanecido en mí toda mi vida. Con la gran catástrofe que se conoció de lo que pasaba en el mundo comunista hubo una gran transformación.

P. El estalinismo...

R. El estalinismo y todo eso, sí. Creo que se puede ser de izquierdas e incluso, ¿por qué no?, se puede ser comunista y no estalinista. Ahora yo soy de izquierdas, de la izquierda francesa, la izquierda moderada, no comunista pero combativa.

P. Pero ahora hay algunas personas importantes que eran de izquierdas y no lo son, como Yves Montand.

R. Hablamos de política, entonces no hablemos de Yves Montand. Yo comprendo el recorrido de Yves Montand porque el estuvo también muy próximo al partido comunista. Se decepcionó de los regímenes soviéticos y comunistas como todo el mundo. Ahora hace bandera del antiestalinismo. Creo que eso ya es algo pasado, ¿no? Fue una época horrible, una dictadura, y todas son horribles; pero es el pasado.

Demasiado tarde

P. ¿No ha pensado nunca en dedicarse a la política activa?

R. No, demasiado tarde. Y ahora pienso que me hubiese gustado mucho, porque me gusta mucho la política. En general se piensa que la política es algo desagradable, los políticos son deshonestos, arribistas, no piensan más que en el poder... No sé, pero en el mundo del cine veo también mucha gente que sólo piensa en el poder. Yo nunca he sido militante porque soy demasiado individualista, pero tengo una gran admiración por los militantes políticos.

P. Usted, sin embargo, hizo campaña en 1985 a favor de François Mitterrand.

R. Sí, he hecho cosas, participo. Creo que si se participa un poco de un credo político se debe hacer.

P. ¿Qué significa para usted ser actor y de izquierdas?

R. Por hablar groseramente, en las artes y en otros muchos dominios no se puede ser conservador, es imposible para mí, ¿comprende? Es como los científicos o las personas que buscan algo y que quieren, gracias a su investigación, intentar comprender por qué el mundo es así, qué se puede cambiar.¿Usted conoce grandes artistas o investigadores que sean de derechas?

P. Hablábamos de Yves Montand.

R. Yves Montand no es de derechas. No sabe dónde está. No comprendo cómo un hombre de espectáculo como él, que tiene ahora algo más que mi edad o mi edad puede pensar que puede ser un día presidente de la República. Es demasiado tarde, ¿no?

P. Usted es también productor.

R. Lo era. Se acabó.

P. ¿Por qué?

R. Porque tenía demasiadas deudas. Hice de productor porque tenía ganas de hacer algo diferente que trabajar como actor. Pero lo hacía de una manera muy utópica y muy mal gestionada.

P. ¿No considera usted la posibilidad de ser director o guionista?

R. He sido guionista. En la última película que produje hice el guión con el director. Pero después me dediqué a hacer de actor para ganar dinero y pagar deudas. Por ahora no he tenido tiempo de dejar de trabajar como actor para pensar seriamente en hacer de director, ¿me comprende? Me gustaría mucho pero no sé si lo haré.

P. Televisión, cine, teatro, ¿qué es lo mejor para usted?

R. Para mí, como actor, lo mejor es el teatro. El cine es otro oficio. El teatro es un oficio en el que el actor es verdaderamente rey del espectáculo. El cine es más un trabajo de laboratorio para el actor. Y la televisión me ha gustado mucho desde hace 30 años, pero ahora es algo que detesto. No trabajar como actor en la televisión, pero es que la televisión ha llegado a ser una máquina terrible para la vida de todos los días; es como un cáncer. Ya no se vive a causa de la televisión. No informa, no crea nada. Hablo de Francia, no sé en España.

P. ¿Ferreri, Buñuel o Godard?

R. Los tres.

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