Barras y estrellas
Si la mayoría de los seriales nocturnos son de producción norteamericana, la señora directora de Televisión Española nos martiriza en la sobremesa con soporíferos retratos de la decadente sociedad norteamericano-imperialista, léase Falcon Crest, o el valle del alcohol, o la tiranía del poder. El guaperas del detective Pierce Bros. El Rambo al servicio de una agencia de modelos, con pletóricas exhibiciones de ebúrneos muslos. La brillante escuela de aventajados pijotas norteamericanos... Ahora va y nos sale con los aviadores, pero yanquies. Créame si le digo que no ayudan mucho a pasar los horrores de la digestión unos aviones haciendo piruetas por el aire a una velocidad que, si no me contradicen con el velocímetro en la mano, resulta poco menos que supersónica.Yo me preguntaba si esto se debe, como algún lector indicaba, a alguna clase de convenio bilateral. Pero no debe ser así, porque indudablemente los tendríamos con otros países, y, sin embargo, no existen filmes de otro país que no sea EE UU para unas horas tan delicadas.-
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