El general Santos Peralba precisa que la decisión de comprar dos 707 para el Rey fue de Eduardo Serra

El teniente general José Santos Peralba, jefe del Cuarto Militar del Rey y ex jefe del Ejército del Aire hasta el pasado año, comentó ayer que fue Eduardo Serra quien, hace año y medio, cuando era secretario de Estado de Defensa, le comunicó que eran dos Boeing 707 estadounidenses los aviones que se debían adquirir para sustituir a los dos viejos DC-8 del Grupo 45 que ahora emplea el Rey en sus viajes oficiales. El actual jefe del Ejército del Aire, teniente general Federico Michavila, confirmó que existe un informe negativo sobre cómo se realiza la modernización de esos B-707.

Eduardo Serra manifestó ayer que, en efecto, y a la vista de los informes que habían redactado los técnicos del Ejército del Aire, propuso que la decisión final fuera la que adoptó el Gobierno. Serra agregó que, aunque los aviones elegidos son viejos, la firma constructora, la Boeing, los remozará para dejarlos en perfectas condiciones de uso.El general Santos Peralba indicó que, después de que Eduardo Serra comunicase que los dos B-707 estadounidenses eran los aparatos que se debían comprar, el titular del departamento, Narcís Serra, elevó la propuesta al Consejo de Ministros y fue el Gobierno el que adoptó la última decisión. Los dos B-707 llegarán a España los próximos meses de febrero y marzo, lo que supone un retraso de varios meses con respecto al compromiso de entrega adoptado por la Boeing.

Fueron consultados

Michavila y Santos Peralba coincidieron en asegurar que el Ejército del Aire fue consultado, antes de adoptar una decisión definitiva, sobre qué aviones eran los adecuados para sustituir a los DC-8. En el correspondiente informe, según comentó Michavila, se indicaban varias opciones válidas, entre ellas la del modelo 707. No obstante, y como el 707 se está fabricando desde 1954, Michavila fue preguntado sobre el año de fabricación de los aparatos elegidos, a lo que contestó: "No lo sé".El jefe del Ejército del Aire también fue preguntado sobre si su cuartel general había aconsejado no sólo la adquisición del modelo 707, sino concretamente la de los dos aviones elegidos, uno de los cuales, según Santos Peralba, tiene 20 años de antigüedad. Michavila respondió al respecto: "No puedo contestar esa pregunta. La decisión se tomó antes de que yo estuviera en este cargo, pero me imagino que se estudiaron todas las opciones".

Al actual jefe del Ejército del Aire también se le preguntó si, como publicó ayer EL PAÍS, técnicos militares habían redactado un informe negativo sobre las operaciones de modernización de los 707 por parte de la firma Boeing. "Bueno... ¿Qué es positivo o negativo? No hay que dramatizar. Alguien puede querer que todo quede para matrícula de honor, y si no lo ve así... Yo digo que los aviones saldrán en buenas condiciones, con los motores a cero horas. A veces se dicen verdades a medias. Somos gente seria y responsable", señaló.

Tanto Michavila como Santos Peralba señalaron que la opción, también estudiada en su día, de adquirir un Boeing 747 jumbo o un DC-10 resultaba demasiado cara y recordaron que el propio presidente de EE UU, Ronald Reagan, emplea B-707 -"es un gran avión", puntualizó- para sus desplazamientos, aunque reconocieron que no eran tan viejos como los que ha adquirido España. Michavila dijo que también se estudió la posibilidad de que España adquiriera otros B-707 israelíes, pero que esta posibilidad fue desechada.

Otra opción estudiada consistía en comprar Boeing 727, pero estos aparatos resultaban pequeños para las misiones a las que debían dedicarse.

Como el general Michavila insistió en que la opción decidida por el Gobierno era "la mejor, de acuerdo con nuestras posibilidades", se le preguntó si no hubiera sido más adecuado adquirir unos aparatos menos viejos. El general respondió que, "entre una chica guapa y otra fea..., o menos guapa", a veces es preferible la chica menos guapa "porque quizás te quiere más" en lugar de la más guapa, porque quizás busca "exprimirte". "Vaya ejemplo, general", le respondió una joven periodista.