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Cuatro generales de la OTAN presenciaron en Zaragoza las maniobras hispano-estadounidenses 'Hispex 87'

Carlos Yárnoz

ENVIADO ESPECIALCuatro generales de la OTAN -entre ellos, los de cuatro estrellas John Akeurst, británico, segundo jefe el Mando Supremo Aliado en Europa, y el belga A. Moriau, director del Estado Mayor Internacional- presenciaron ayer en San Gregorio (Zaragoza) una fase el ejercicio hispano-estadounidense Hispex 87, en el que participan 5.000 hombres, 44 aviones, 6 buques, 16 helicópteros y 211 vehículos.

El Rey no acudió debido al retraso sufrido en su viaje de regreso de EE UU. El ejercicio es dirigido por el jefe del Estado Mayor de la Defensa, general Gonzalo Puigcerver.El desarrollo del mismo partía de "una crisis en escalada en Europa", concretada en la penetración por Perpiñán, en dirección a Zaragoza, de cuatro divisiones del bando naranja (léase Pacto de Varsovia). El bando azul (hispano-estadounidense) logra detener el avance enemigo y trata de romper el frente.

A las 08.45, cazas F-16 de EE UU -llegados de Torrejón y la RFA-, y cazas españoles F-18 controlaban el espacio aéreo y cubrían el lanzamiento de paracaidistas. "¡Vaya avión!", exclamaba con la boca abierta un parlamentario socialista -acudieron unos 15- que miraba atónito un F-18.

Desde un observatorio, el ministro de Defensa, parlamentarios, mandos e invitados extranjeros contemplaron, a partir de las 10.30, sucesivos bombardeos contra una pequeña loma de aviones F-16 -4 bombas de mil kilogramos-, F-18 -400 disparos de cañón-, F-5 -152 cohetes-, Mirage 3 -8 bombas de 125 kilogramos cada una- Phantom -16 bombas con un peso total de 4.000 kilos- y Mirage F-1 -4.000 kilos de bombas-.

Sobre la loma, que se suponía ya planchada contra hombres del bando naranja, avanzaron después unidades acorazadas, mientras baterías de grandes calibres batían el área desde unos siete kilómetros.

Como observadores técnicos, los militares coincidieron en afirmar que el ejercicio, planificado desde diciembre de 1985, había sido "un éxito". Serra prefirió eludir las múltiples preguntas de los periodistas, sobre todo las relativas al proyecto de crear un polígono de tiro en Cabañeros.

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Sobre la firma

Carlos Yárnoz
Llegó a EL PAÍS en 1983 y ha sido jefe de Política, subdirector, corresponsal en Bruselas y París y Defensor del lector entre 2019 y 2023. El periodismo y Europa son sus prioridades. Como es periodista, siempre ha defendido a los lectores.

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