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La policía cree que móviles económicos provocaron el crimen de Huesca

La policía y el juez instructor prosiguen las diligencias e investigaciones para esclarecer el móvil de la muerte de un matrimonio y el presunto amante de la mujer, ocurrida la pasada semana en Huesca. Una hipótesis no descartada por la policía es que el crimen se produjera por motivos económicos y no solamente pasionales, como se pensó en un principio.La policía sospecha que Alfonso Aragón, de 24 años, fue el autor de la muerte de su mujer, María José Herrero, de 21 años, y del amigo de ambos Juan Molina, de 25 años. Éste último se encontraba en paro y en repetidas ocasiones había solicitado dinero al matrimonio. Alfonso Aragón explicó en una carta que Juan Molina mantenía relaciones amorosas con su mujer.

Los resultados de las autopsias practicadas a las víctimas, así como el manuscrito que el marido envió a su hermano Pedro -casi la única pista que se posee para esclarecer lo ocurrido-, han pasado a disposición del juez instructor del caso. Las investigaciones continúan para esclarecer lo ocurrido y para averiguar si pudiera haber alguna otra persona implicada.

Lo sucedido el pasado jueves en el piso primero izquierda del número 78 de la calle del Coso Alto, de Huesca, domicilio del matrimonio, no trascendió hasta el sábado. Alfonso Aragón telefioneó a su hermano Pedro y le indicó ese día que en su buzón había dejado una carta para él. El manuscrito narra la tragedia que poco después sería descubierta.

La verdad de la carta

La policía encontró en el domicilio el cadáver de María José y a Alfonso preagónico. Faltaba el cuerpo del tercer implicado, que sería hallado semicarbonizado el domingo en un vertedero. Las dudas persisten sobre si Alfonso, en su carta, decía toda la verdad. Según su narración, llegó a su domicilio la noche del jueves y se encontró con Juan Molina, quien intentó agredirle. Repelió la agresión y en el forcejeo Alfonso mató al presunto amante de su esposa. Luego descubrió el cadáver de ésta, que tenía signos de violencia. Ese día se encontraba en el domicilio, durmiendo, el único hijo del matrimonio, de tres años, que no se enteró de lo ocurrido.

Al día siguiente, Alfonso llamó a primera hora a sus padres para que llevaran al niño a la guardería. Después se dirigió con normalidad a su trabajo, y fue por la noche cuando decide trasladar el cadáver de Juan Molina en un saco a un vertedero próximo a la capital.

Alfonso y María José se casaron en 1984; aparentemente se trataba de un matrimonio feliz con su hijo. Él trabajaba en una empresa de maquinaria agrícola. Juan Molina estaba también casado y era padre de dos niños, de tres y cinco años. Los tres se conocían y María José y Juan eran parientes lejanos.

El presunto amante se encontraba en paro y había pedido dinero en ocasiones al matrimonio, en cuyo domicilio solía dormir algunas noches.

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