El fiscal pide la extradición de 'Santi Potros'

El fiscal de la Audiencia Nacional solicitó ayer la extradición del presunto dirigente etarra Santiago Arrospide, Santi Potros, en la actualidad preso en la cárcel de Bayona. Esta petición, que será tramitada en las próximas horas por el Ministerio de Justicia, tardará meses en concretarse en la llegada de Santi Potros a España, siempre que Francia acceda a la solicitud, lo que fuentes diplomáticas españolas consideran "razonablemente probable".

La petición de extradición se enmarca en los esfuerzos del Gobierno español por ampliar los tratados en esta materia a la mayor cantidad de Estados posible.Con estas actividades, las autoridades pretenden evitar así que proliferen los paraísos para los delincuentes que huyen de la justicia española.

En la petición de extradición formulada contra Santi Potros, el fiscal invoca expresamente el convenio de extradición entre España y Francia de 1877 y el convenio europeo de extradición de 1957, del que son parte ambos Estados.

La Audiencia Nacional motiva su demanda en cuatro autos de procesamiento dictados en el año 1986 contra Santiago Arrospide, declarado además rebelde por auto de 27 de enero de 1987.

Los mencionados autos de procesamiento se basan en la presunta participación de Santi Potros en los secuestros de José Lipperheide y de Juan Pedro Guzmán, así como en el carácter de presunto dirigente de la banda terrorista ETA que concurre en Arrospide.

Medios gubernamentales españoles expresaron ayer su confianza en que, a medio plazo, Santi Potros pueda ser entregado a España, dada la "buena disposición" que viene mostrando últimamente Francia en materia de lucha contra el terrorismo.

Sin embargo, puntualizaron que la extradición no será, en ningún caso, inmediata, dado que el supuesto terrorista Santi Potros habrá de ser juzgado primeramente en Francia por las causas que tiene pendientes en aquel país y, eventualmente, cumplir la condena a que hubiere lugar.

Adecuación de tratados

Las mismas fuentes se mostraron igualmente optimistas sobre las posibilidades de que sea concedida la extradición a otros terroristas recientemente detenidos en Francia, pero cuyo traslado a España no ha sido aún solicitado, cosa que se hará en el plazo más breve posible.La petición de extradición de Santiago Arrospide se produce en un momento en el que el Gobierno español trata de concluir "adecuados" tratados de extradición con el mayor número de países posible.

Las autoridades gubernamentales españolas pretenden que tales tratados vengan a llenar vacíos ahora existentes o sustituyan a otros que ya han quedado obsoletos y que no incluían en su contenido algunos delitos modernos, como el terrorismo en sus variadas vertientes.

El más importante de los nuevos tratados en negociación es el que se suscribirá, probablemente antes de fin de año, con Brasil, tierra tradicional de asilo de numerosos delincuentes españoles (el caso más reciente y conocido, el de Neus Soldevilla, la dulce Neus).

Brasil, país donde se han refugiado habitualmente numerosos perseguidos por la justicia de todas las nacionalidades, tan sólo ha concluido 14 tratados de extradición con otros tantos países, y carece de cualquier acuerdo en la materia con España desde 1908.

Otros tratados aguardan, para entrar en vigor, que se complete el trámite parlamentario en las Cortes: es el caso del suscrito el año pasado con los Estados Unidos -país con el que se pretende excluir el terrorismo de los delitos considerados políticos-, Costa Rica o Hungría.

También se han entablado negociaciones con Bélgica (único país europeo que, con Portugal, no aplica el convenio europeo de extradición) y Marruecos.

Curiosamente, tanto en el caso de Portugal -que se espera que se adhiera en breve plazo al convenio europeo- como de Marruecos, ambos países vecinos de España, funcionan tan sólo unos vagos acuerdos bilaterales en materia de extradición.