Benegas convocará esta semana a los partidos para hablar sobre el pacto
El PSOE continuará esta semana la ronda negociadora con los dirigentes de partidos políticos nacionales para alcanzar un acuerdo en materia antiterrorista, según informó ayer su secretario de organización, Txiki Benegas, que ya mantuvo días atrás entrevistas por separado con representantes de las fuerzas políticas parlamentarias. El dirigente socialista, tras esa primera serie de encuentros, les envió un borrador de conclusiones que sirviera de punto de partida para seguir discutiendo (véase EL PAÍS de ayer). Benegas, además del escrito, pedía a sus interlocutores sugerencias y aportaciones, que ayer no habían llegado aún a la sede federal del PSOE.En principio, el PDP y el PCE se muestran contrarios al apartado en el que se pide excluir la cuestión de la violencia de la polémica interpartidista. Enrique Curiel, vicesecretario general del PCE, afirmó ayer a este respecto que ésa petición "es impresentable" y que en ese partido se hará "abstracción de que existe". El secretariado del PCE estudiará mañana el escrito de respuesta que remitirán a Benegas, y, según indicó Enrique Curiel, figurará la discrepancia de los comunistas ante el hecho de que en estas conversaciones no participen los partidos políticos vascos.
El presidente del PDP, Javier Rupérez, coincide en criticar la primera cuestión expuesta por Curiel. "No podemos estar de acuerdo con la exclusión de la vida parlamentaria de ningún tema; por respeto a la institución, no podemos aceptarlo". Rupérez coincide plenamente en algunos de los apartados escritos por los socialistas, como aquel que rechaza cualquier negociación con los terroristas sobre temas políticos o institucionales. El presidente del Partido Liberal, José Antonio Segurado, se mostró básicamente de acuerdo con la filosofía del documento socialista.
Un pretexto para Suárez
Los partidos políticos de ámbito parlamentario mostraron ayer su extrañeza por el hecho de que el presidente del Gobierno, Felipe González, se haya entrevistado con el máximo dirigente del CDS, Adolfo Suárez, para hablar de terrorismo. La extrañeza procede de que no se tenga noticia de que el presidente vaya a llamar a otros dirigentes políticos, y especialmente al presidente de AP, por ser la primera fuerza de la oposición.La respuesta oficial de AP fue muy cautelosa, y un portavoz autorizado señaló: "El presidente del Gobierno puede llamar a quien quiera y por el orden que quiera". No obstante, diputados de AP, miembros de la Comisión de Justicia e Interior, afirmaron ayer que entre su partido y el PSOE "se está elevando a Suárez sin que le cueste el menor esfuerzo". No obstante, un alto dirigente socialista expresó su convicción de que el argumento del terrorismo había sido un pretexto, porque de lo que se trataba era de romper el hielo entre el presidente y Suárez, que no se ven desde hace más de 20 meses", dijo.
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