Jorge Fernández Díaz, reelegido presidente provincial de AP de Cataluña

Jorge Fernández Díaz, presidente provincial de Alianza Popular (AP) de Barcelona y miembro del equipo de colaboradores directos del presidente nacional de AP, Antonio Hernández Mancha, fue reelegido para un nuevo mandato de dos años en el congreso provincial celebrado ayer en Barcelona.

El presidente regional de AP de Cataluña, Juan Manuel Fabra, confirmó, al término del congreso, que Fernández Díaz será el candidato del partido conservador a la presidencia de la Generalitat en las próximas elecciones autonómicas. A la jornada de clausura no asistieron ni Antonio Hernández Mancha ni los vicepresidentes Alberto Ruiz Gallardón y Arturo García Tizón, a causa del cierre del aeropuerto de El Prat por las lluvias.El congreso ha servido para evidenciar el férreo control que ejerce sobre la organización catalana Jorge Fernández Díaz, quien, tras su reelección, advirtió ayer que no permitiría la más mínima falta de disciplina y que se habían acabado las críticas a través de la Prensa a su persona y a su equipo.

El partido afrontará el reto más importante de los últimos años con la celebración de las elecciones autonómicas, previstas para el 29 de mayo de 1988. En estos comicios, AP de Cataluña se juega no sólo ser un partido de oposición o de gobierno, sino su supervivencia como organización política.

Fernández Díaz trató de convencer a los más de mil compromisarios que asistieron al congreso de que "el margen electoral de Convergència i Unió (CiU) es cada vez más pequeño" y pronosticó que los próximos años la inexistencia de reivindicaciones autonómicas permitiría la eclosión de AP.

El congreso aliancista no ha arreglado ninguno de los problemas que tenía la organización antes de su celebración. Pese a ello, no se han escuchado públicamente voces críticas. Para nadie es un secreto que Fernández Díaz tiene un grupo importante de personalidades del partido en su contra.

Los congresistas debatieron varias ponencias, entre ellas, una sobre estrategia política, en la que se manifiesta la voluntad de AP por arrebatar a Jordi Pujol la mayoría absoluta en las elecciones autonómicas y forzarle a un Gobierno de coalición de centro-derecha. Según los planes de los dirigentes catalanes de AP, de producirse esta situación, CiU se vería obligada a participar en un proyecto español al lado de Alianza Popular.