El Gobierno y la guerrilla de Guatemala acuerdan un alto el fuego e iniciar negociaciones de paz en Madrid
El Gobierno y la guerrila guatemaltecos han llegado a un acuerdo de alto el fuego desde ayer y han decidido iniciar en Madrid, el próximo miércoles, negociaciones de paz. El portavoz oficial del presidente de Guatemala, Vinicio Cerezo, confirmó la noticia. Fuentes oficiales españolas dejaron entrever que las fuerzas rebeldes solicitaron una mediación del Gobierno de Felipe González para el inicio de las conversaciones. La Unidad Revolucionaria Nacional de Guatemala (UNRG) difundió ayer, en Madrid un comunicado en el que informa que ambas partes "se comprometen a suspender las acciones militares en todo el territorio nacional a partir de las doce de la noche del viernes [siete de la mañana del sábado en España]".
El acuerdo tendrá vigencia durante el tiempo que duren las negociaciones de paz, que se iniciarán en la capital de España el miércoles de la próxima semana, según la guerrilla. El comunicado del UNRG finaliza: "A partir de hoy [por ayer] ninguna de las partes hará declaraciones al respecto, pero al finalizar esta primera reunión se dará a conocer un comunicado conjunto a la Prensa nacional e internacional".El embajador de Guatemala en España, Danilo Varilla, declaró a EL PAÍS que su Gobierno "avala ese comunicado" y agregó que no estaba autorizado para desvelar el lugar donde se celebrarán las conversaciones de Madrid.
Por su parte, el Gobierno español señaló ayer que ha accedido a la petición del Gobierno de Guatemala, hecha de acuerdo con la guerrilla de ese país, para que se celebren las conversaciones "en su deseo de prestar un apoyo activo a los procesos de superación de los conflictos por la vía pacífica de la negociación y del diálogo", según declaró un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores.
El portavoz añadió que el Gobierno pondrá a disposición de los participantes en las conversaciones "las facilidades necesarias" para que se celebre la reunión, pero no informó sobre el lugar concreto de Madrid en que se desarrollarán las conversaciones.
El portavoz de la presidencia de la República de Guatemala, Julio Santos, subrayó que el inicio de las conversaciones es "un acontecimiento trascendental que puede poner punto final a 27 años de lucha entre hermanos".
Las fuentes diplomáticas y gubernamentales consultadas ayer admitieron que esta nueva cumbre tendrá una especial significación cuando en La Moncloa se preparan sendos desplazamientos a Centroamérica, este mismo año, del presidente y el vicepresidente del Ejecutivo, Felipe González y Alfonso Guerra, respectivamente, informa
Mayor importancia
Un acuerdo de paz en Guatemala, rubricado en Madrid, realzaría de modo notable estos viajes, de acuerdo con la visión del Gobierno español.
En la embajada de España en Guatemala aseguraron no haber intervenido "para nada" en los preparativos del arreglo, informa José Comas desde México.
El ministro de Defensa de Guatemala, general Héctor Gramajo, declaró con relación al diálogo con la guerrilla que " el Ejército apoya cualquier decisión y acción política que haga el poder ejecutivo, ya sea por medio de la reconciliación o por otros medios que crea convenientes. Toda vez que cualquier resultante de esto sería la convalidación política de las victorias militares, que nosotros hemos tenido a lo largo de la lucha contrainsurgente".
Las palabras del ministro de Defensa encierran, de hecho, un apoyo sólo limitado al diálogo, porque parten de la base que el Ejército ha vencido en la lucha contrainsurgente.
La guerrilla de Guatemala existe desde hace más de 25 años. El 13 de noviembre de 1960, después del fallido levantamiento de un sector del Ejército contra el presidente Miguel Ydigoras, se lanzaron al monte los militares Luis Turcios Lima y Marco Yon Sosa, que iniciaron la lucha armada.
A lo largo de los años surgieron diferencias y escisiones entre los grupos guerrrileros. El 7 de febrero de 1982 bajo el techo de la URNG quedaron agrupados el Ejército Guerrillero de los Pobres (EGP), la Organización del Pueblo en Armas (ORPA), las Fuerzas Armadas Rebeldes (FAR) y un sector del Partido Guatemalteco del Trabajo (PGT, comunista).
La actividad guerrillera en Guatemala se ha reducido en los últimos años ante la lucha despiadada del Ejército durante los años de dictadura.
En su intento de quitarle soporte a la guerrilla, los militares arrasaron con frecuencia aldeas y asesinaron indiscriminadamente a la población civil, en su mayoría indígenas, que huyeron hacia México para buscar refugio.
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