No ejecutéis a los jóvenes

Una adolescente norteamericana se ha convertido en una figura bien conocida y en el centro de una controversia en Europa. No es una estrella del rock o una atleta, sino una asesina confesa. Según la revista Newsweek, Paula Cooper, que celebró en la cárcel de mujeres de Indiana su 18º cumpleaños el mes pasado, ha llegado a ser el foco de los movimientos antipena capital de Alemania Occidental, España, Francia e Italia. Cooper no es una heroína. Cuando tenía 15 años, ella y tres amigos entraron en la casa de Ruth Pelke, una profesora de estudios bíblicos de 78 años, la robaron y asesinaron. Paula Cooper confesó haber apuñalado a la víctima 33 veces. La gente de In diana que recuerda aquel horrible crimen se indigna cuando millones de personas firman peticiones de perdón en Europa y cuando otras se refieren a la adolescente cómo la víctima real en este caso. Desde que la pena de muerte fue restaurada en EE UU, en 1976, docenas de jóvenes han sido sentenciados a muerte por crímenes que cometieron antes de que tuvieran 18 años. Sólo seis de los 35 Estados que mantienen la pena capital prohíben su uso como castigo para crímenes cometidos por menores de edad. Los jóvenes pueden hacer cosas terribles, pero generalmente no se les penaliza tan duramente como a los adultos que violan la ley. Incluso aquellos que no comparten nuestro punto de vista de que la pena capital es algo erróneo tendrían que horrorizarse ante su aplicación a un menor., 1 de octubre