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'ETARRAS' EN EL BANQUILLO

El 'comando Nafarroa' lamenta la muerte de un niño, pero afirma que está en guerra

Mercedes Galdós, José Ramón Artola Santesteban y Juan José Legorburu Guerediaga, miembros del comando Nafarroa de ETA Militar, fueron juzgados ayer en la Audiencia Nacional por la colocación de una trampa bomba en Pamplona que causó la muerte de un niño de 14 años y de un policía nacional, así como heridas a otros tres agentes.Los tres acusados abandonaron la sala a poco de iniciarse el juicio, tras reconocer su militancia en ETA. Artola, antes de abandonar el recinto blindado, afirmó que como miembro de ETA se responsabilizaba de la acción armada, y añadió: "Lamento la muerte del niño, pero estamos en una guerra, y en la guerra ocurren esas cosas".

El fiscal pide 158 años de reclusión para cada uno de los activistas, por delitos de atentado, asesinato, lesiones y estragos. Los defensores solicitan la absolución. Los de Galdós y Artola no hicieron alegaciones jurídicas o técnicas por expreso deseo de los acusados, mientras que el de Legorburu afirmó que no había participado en el atentado ni confeccionado el explosivo.

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Disfraz de embarazada

Sin embargo, de los datos del sumario se desprende que Legorburu elaboró un artefacto compuesto por tres kilos de Goma 2, que entregó a Mercedes Galdós y a José Ramón Artola para que atentaran contra la policía. Galdós, el 30 de mayo de 1985, disfrazada de embarazada, colocó el explosivo en un hueco de un portal de la bajada de Javier, en el casco viejo de Pamplona, que fue accionado a distancia por Artola cuando llegó al lugar una dotación de la policía.

Los terroristas habían llamado a la comisaría para dar un falso aviso, según el cual un supuesto heroinómano estaba golpeando a su madre y amenazaba a varios vecinos con un cuchillo.

Cuando llegó la patrulla en dos vehículos el artefacto hizo explosión, causando la muerte del policía Francisco Miguel Sánchez y del niño de 14 años Alfredo Arregui Belascoain, y heridas a otros tres policías que ayer declararon como testigos. Uno de ellos explicó que como consecuencia de aquel hecho continúa recibiendo tratamiento psiquiátrico.

Según se expuso en el desarrollo del juicio, el niño fallecido había comentado a sus padres que una señora embarazada había colocado una bomba en el portal, pero éstos no dieron importancia al hecho pensando que eran cosas de niños.

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