Bomberos y Urbanismo difieren sobre la resistencia de la construcción
La causa determinante e inmediata del derrumbamiento de Almacenes Arias fue "la deformación del acero producida por la altas temperaturas alcanzada en el incendio, cuya duración fue más que suficiente para que perdiera su temple, volviéndose dúctil y alcanzando el estado plástico". Así lo afirma el informe enviado al juez por los responsables de la sección de Edificación Deficiente de la Gerencia Municipal de Urbanismo.Sin embargo, para José Pascual, jefe del cuerpo de bomberos, el edificio del número 29 de la calle de la Montera no estuvo sometido al fuego más de dos horas y 20 minutos, después de la hora en que se recibió la primer llamada, pues en su informe también remitido anteayer al titular del Juzgado de Instrucción número 11, afirma que había quedado apagado antes de la diez de la noche del 4 de septiembre, casi cinco horas antes de que se produjera el derrumbamiento que atrapó a 10 bomberos.
Pascual asegura que el hundimiento -ocurrido a las 2.40 de día 5- se produjo "en la zona donde las temperaturas alcanzadas fueron menores". A esa hora según el jefe del cuerpo, "la estructura metálica llevaba cuatro horas sin fuego y refrescándose sin que hubieran aparecido síntomas importantes de un estado de ruina". Esta afirmación va en la línea de la tesis oficial según la cual el derrumbe no era previsible pues ni siquiera habían pasado las tres horas que fija la ordenanza como límite de resistencia al fuego de una estructura metálica.
El fuego continuó, sin embargo, durante toda la noche, e incluso se avivó tras el derrumbamiento, en el edificio de Montera, 31, lo que tuvo una influencia en el derrumbamiento del inmueble colindante por pérdida de equilibrio del muro medianero.
Sin equipo de protección
Según el mismo informe, los grupos de bomberos atrapados por el derrumbamiento estaban atacando una zona de fuego más intenso existente en el número 31. A pesar de ello, según el informe, todas las víctimas se encontraban sin el equipo de protección respiratoria, "lo que evidencia que estaban trabajando través de una zona donde la baja concentración de humo en esos momentos así lo permitía".El informe revela también la localización y posición de las víctimas -"los cuerpos apuntaban hacia la salida"-, así como explica que los fallecidos formaban dos grupos de ataque, compuesto cada uno por un oficial y cuatro bomberos, los cuales portaban sendas instalaciones de mangueras. En el punto más próximo al fuego se encontraban los dos oficiales y sucesivamente los demás bomberos, "todos agrupados y en línea, tal como las técnicas de extinción establecen par este tipo de actuaciones".
La recuperación de dos caja fuertes tampoco ha arrojado mayor luz, dado que una estaba vacía y la otra contenía algo de dinero, pero no documentos de la empresa, cuyos archivos contables ardieron en el siniestro, según los dueños.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.