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El juez investiga una supuesta negligencia médica en una muerte por gangrena

El Juzgado de Instrucción número 25 de Madrid ha abierto diligencias para aclarar si se produjo una negligencia médica en la muerte de Francisco Cosín Muñoz, de 38 años, fallecido el pasado viernes día 11 en el hospital Puerta de Hierro, de Madrid. Cosín llegó al servicio de urgencias de ese centro en la madrugada del viernes con una gangrena gaseosa muy avanzada. Los dos días anteriores Cosín había acudido en cuatro ocasiones a los servicios de urgencia de la residencia sanitaria La Paz y al hospital clínico de San Carlos, sin que le detectaran la infección, que, según el parte de defunción, acabó con su vida.

Francisco Cosín, casado y padre de cuatro hijos jefe de contabilidad de la compañía multinacional Bunge, especializada en pinturas, acudió el pasado martes día 8 al ambulatorio de Bravo Murillo, en la zona de Tetuán, donde le pusieron un inyectable recetado el día anterior para un proceso de tipo reumático. Apenas pasadas 24 horas tuvo un acceso de fiebre con convulsiones. A las tres de la tarde del miércoles acudió al servicio de urgencias de la residencia sanitaria La Paz, donde le diagnosticaron un proceso viral. A las cinco de la madrugada del jueves acude por primera vez, tras llamar a una ambulancia, al servicio de urgencias del hospital clínico de San Carlos.En esa ocasión el diagnóstico de los facultativos que le atienden señala un enquistamiento de la inyección, pero afirman que aún no está bastante formado el quiste para abrir y le envían de nuevo a su casa. "En todo momento tuvo fiebre muy alta", asegura su amigo Fernando Rodríguez que le acompañaba, "y a la una de la tarde de ese día vuelve a presentarse con su mujer en urgencias del hospital Clínico. Entonces le sajan, le limpian la infección y le dan unos antibióticos. Tras esto es enviado una vez más a su domicilio, indicándole únicamente que al día siguiente se dirija al dispensario de su, zona para que le hagan la cura".

A la tercera vez

"Pero esa misma noche, a las once aproximadamente", continúa Fernando Rodríguez, "tuvimos que llamar a una ambulancia y llevarle de nuevo al Clínico, porque se encontraba cada vez peor y tenía en la parte posterior del muslo manchas moradas. Es esta tercera vez cuando se dan cuenta de que tiene una gangrena gaseosa, y nos dicen, simplemente, que van a intentar trasladarle al hospital Puerta de Hierro".Según Rodríguez los médicos estaban preocupados. "Comentaron entre ellos el hecho de que ya habíamos estado allí dos veces antes y llamaron también a La Paz para hacer el informe. La situación era como para escribir un libro, porque tenían a Francisco allí, en el pasillo, y para que fuera al servicio tuvimos que acompañarle yo y un celador, pero lo que menos entiendo es la lentitud que tuvieron para mandarle al hospital Puerta de Hierro. A las 0.30 del viernes confirmaron desde este centro que le admitían, pero hasta una hora y 10 minutos más tarde no salimos hacía allí.

A las tres de la madrugada, el doctor Ramos, del hospital Puerta de Hierro, comunica a la esposa de Francico Cosín y sus amigos que éste ha salido del quirófano y se encuentra en la unidad de cuidados intensivos. Antes de la intervención, el mismo facultativo les había informado que la gangrena se había extendido ya hasta la altura de los riñones y tenía pocas posibilidades de sobrevivir. "Apenas lo podíamos creer. Le dijimos que cómo se había llegado a esa situación, y entonces el doctor hizo un gesto, cogiéndose los labios cerrados con los dedos de ambas manos, indicándonos que no quería dar su opinión. Le insistimos y nos contestó: "Lo único que puedo decir es que no tenía que haberme llegado a mí". A las tres de la tarde se produjo, según el parte de defunción, el fallecimiento de Francisco Cosín. "El personal del hospital Puerta de Hierro, que nos trató maravillosamente, nos sugirió que denunciásemos el caso, y el mismo médico que le atendía llamó al juzgado de guardia y nos dio el parte de defunción para que lo llevásemos.

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