Felipe González, dispuesto a renunciar al pacto de legislatura, y a aceptar la concertación basada en acuerdos parciales
El presidente del Gobierno ha renunciado ya a su idea de un gran pacto de legislatura y está dispuesto a aceptar que la concertación se base en acuerdos parciales, con tal de que ello suponga salvar la idea del diálogo social, según aseguraron ayer fuentes de Presidencia. Con esta filosofía convocará, posiblemente hoy mismo, a los interlocutores sociales para reiniciar el proceso de conversaciones.El presidente González estudiaba ayer la oferta definitiva que haría a las partes, tras el descanso del verano. Aunque ayer había entre sindicatos y patronal un acusado pesimismo sobre las posibilidades del pacto, medios de Moncloa subrayaron que el Gobierno estaba empeñado en conseguir el acuerdo y que su iniciativa trataría de conjugar los distintos intereses de las partes, a pesar de que ello suponga renunciar al gran pacto de legislatura ofrecido en un principio.
La convocatoria de Felipe Gorizález se produce después de que UGT haya realizado dos llamamientos pidiendo al presidente la apertura inmediata de conversaciones. La última llamada de UGT se produjo por boca de Antón Saracíbar, secretario de organización de UGT. Saracíbar, considerado uno de los dirigentes sindicales más integradores y dialogantes, en declaraciones a varios medios de comunicación pidió al presidente de Gobierno que convocara a las partes, aceptando que en los encuentros participaran todos los interlocutores.
Fuentes de Presidencia no quisieron ser demasiado explícitos en el contenido de la oferta que González hará a sindicatos y patronal ni si la primera reunión se hará conjuntamente o separando sindicatos de patronal.
El presidente González, según medios de Moncloa, está más interesado en salvar la filosofía de la concertación como tal que la imagen formal de la misma, con lo que no se descarta que, finalmente, se termine aceptando un pacto social basado en acuerdos concretos, incluso sin foto de la firma. Felipe González, de acuerdo con algunas versiones, se ha visto obligado a renunciar al acuerdo de largo alcance ante la actitud de los sindicatos e intenta salvar en la medida de lo posible el diálogo social.
En la idea de concertación expuesta por UGT y CC OO no se descartan acuerdos tripartitos, e incluso sus dirigentes han subrayado que "en cada tema han de participar las partes implicadas"; pero rechazan el gran pacto y sobre todo el compromiso a largo plazo que de él se derive.
A la espera
Ayer UGT insistía nuevamente en la necesidad de retomar el diálogo social. Miguel Ángel Ordóñez, secretario de imagen de la central socialista, reiteró el mal efecto causado por las declaraciones de Carlos Solchaga, ministro de Economía, adelantando a los periodistas las previsiones económicas. El dirigente sindical subrayó que una buena forma de demostrar los deseos de concertación por parte del Gobierno sería apoyar y facilitar las negociaciones salariales de los funcionarios y su equiparación en la negociación colectiva con el resto de los trabajadores.Por parte de CC OO, Antonio Gutiérrez, secretario de información, adelantó que "todo parece indicar que el modelo propuesto por los sindicatos es el más lógico". Sin embargo, mostró su escepticismo sobre las posibilidades de acuerdo. "Al final, me temo que todo se reducirá a una consulta formal sobre los Presupuestos del Estado y poco más".
En círculos de la patronal indicaron que las posibilidades del acuerdo se veían cada vez más lejanas. Y que en todo caso, tal como se estaban perfilando las cosas el pacto nada tendría que ver con la oferta realizada en un principio por el presidente.
La patronal no rechaza los contactos bilaterales, pero siempre que todas las partes tengan muy clara la idea final y coincidan en los objetivos.
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