Italia decide enviar una fuerza naval al Golfo para proteger sus petroleros

Italia decidió ayer enviar una fuerza naval al golfo Pérsico para proteger la navegación de sus barcos mercantes, como reacción al ataque sufrido por el petrolero Jolly Rubino, alcanzado el jueves por disparos efectuados desde lanchas rápidas iraníes, en el que resultó herido el capitán. Japón, uno de cuyos barcos fue atacado el miércoles, llamó a los embajadores de Irán e Irak, países en guerra desde 1980, para pedirles que cesen las acciones militares contra las embarcaciones que atraviesan el Golfo.

El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, por su parte, se reunió ayer en Nueva York y pidió al secretario general de la organización, Javier Pérez de Cuéllar, que viaje al Golfo para intentar que Irán e Irak alcancen la paz.Pérez de Cuéllar tiene previsto viajar la próxima semana a las capitales de los países en guerra para intentar que ambos bandos acepten plenamente la resolución de las Naciones Unidas aprobada el pasado 20 de julio, en la que se pide un alto el fuego inmediato entre ambos bandos.

La resolución del Gobierno italiano, por su parte, fue adoptada por las cinco fuerzas políticas que integran el Gabinete del primer ministro democristiano, Giovanni Goria, aunque inicialmente hubo división de opiniones entre la Democracia Cristiana (DC), partidaria de mantener una actitud de mayor cautela, y los partidos socialista, republicano, socialdemócrata y liberal, más inclinados al envío inmediato de una fuerza naval de protección a la zona del Golfo.

Andreotti quería consultar

El ministro de Exteriores italiano, el veterano político democristiano Giulio Andreotti, era partidario de consultar a los países árabes amigos del área de conflicto. Una nota de su ministerio recordaba ayer la iniciativa de paz de la ONU, en la que se subraya que "lo importante no es la protección de convoyes, sino el cese de las hostilidades irano-iraquíes, que son la causa de la inseguridad para las naves mercantes en el Golfo". El ministro de Defensa italiano, el liberal Valerio Zanone, declaró ayer: "No vamos a hacer la guerra, sino a defender nuestros intereses". El Parlamento italiano debe ratificar en las próximas horas la decisión del Gobierno.

Varios dragaminas

Aunque no se ha dado a conocer la composición de la fuerza naval italiana, es muy probable que la integren varios dragaminas de la clase Lerici, dotados de avanzada tecnología.

El Gobierno no ha precisado las modalidades y la celeridad con que se realizará la intervención en la zona. Italia fue hasta ahora tradicionalmente reacia a participar en acciones de escolta que pudieran ser interpretadas como un apoyo a la política de Estados Unidos en Oriente Próximo.

El capitán del Jolly Rubino, Guido Manfredi, que fue herido en una pierna durante el ataque con granadas del jueves, manifestó su deseo de "volver a casa lo antes posible" para reunirse con su familia. Fuentes del hospital de Dubai en que se encuentra Manfredi han señalado que, aparte de la fractura de una pierna, no tiene lesiones graves.

Este barco italiano fue la última de las 20 embarcaciones atacadas por Irán e Irak en el Golfo desde que el pasado sábado se reanudara La guerra de los petroleros en la zona.

Entre los mercantes afectados se encuentra también el superpetrolero español Munguía, que está siendo reparado en Kor Fajan (Emiratos Árabes Unidos).

Entre tanto, un misil no identificado cayó en la madrugada de ayer sobre la costa de Kuwait, al sur de la capital, según el Ministerio de Defensa de ese país.

Irán ha realizado ataques con misiles contra Kuwait -país al que acusa de facilitar el paso de armas hacia Irak- en represalia por los bombardeos iraquíes a sus instalaciones petrolíferas. Los mercantes kuwaitíes son custodiados en el Golfo por una fuerza naval de Estados Unidos.